
En 2018 al menos seis países latinoamericanos tendrán elecciones. México, Colombia, Brasil, Venezuela, Costa Rica y Paraguay tendrán la oportunidad de elegir un nuevo Gobierno. Dada la importancia económica y política de estos países para la región, en el PanAm Post le contamos cuáles son los principales enemigos de la libertad en cada una de las elecciones y cuáles son sus opciones de ganar.
México: una vez más López Obrador aspira a la presidencia
El primero de junio de este año los mexicanos podrán elegir un nuevo presidente, así como renovar su Senado y Cámara de Diputados. Uno de los candidatos con más apoyo entre los mexicanos es Andrés Manuel López Obrador (AMLO), líder del partido izquierdista MORENA. López Obrador ha liderado casi todas las encuestas presidenciales en su país, y ha llegado a obtener hasta un 32 % de apoyo electoral.
AMLO ha sido candidato presidencial de México al menos dos veces: una en 2006 y otra en 2012. En ninguna de las dos elecciones reconoició su derrota como candidato presidencial, y siempre ha asegurado que los presidentes Peña Nieto y Felipe Calderón son ilegítimos.
A pesar de sus discursos en defensa de la democracia, AMLO ha atacado a las instituciones democráticas del país. Durante las protestas de 2006 contra la elección de Calderón, López Obrador llegó a decir “al diablo con las instituciones”.
La izquierda radical de la región ha apoyado la candidatura de AMLO, incluido el chavismo. Hugo Chávez llegó a desconocer la elección de Felipe Calderón y defiendo la victoria de Obrador.
En 2018, AMLO se presenta con el apoyo de la izquierda más radical: su movimiento, MORENA. El partido MORENA es una escisión del socialdemócrata Partido de la Revolución Democrática. Además de MORENA, el socialista Partido del Trabajo (PT) respalda a este candidato.
El PT es un organización política socialista y “antiimperialista” mexicana. Algunos miembros del PT mexicano han reconocido tener vínculos políticos con las FARC. En 2018, líderes del PT habrían invitado a miembros de esta guerrilla colombiana a un seminario en México. En 2009 el PT mexicano habría invitado a Lucía Morett, simpatizante de la causa de las FARC, a ser candidata suya en las elecciones legislativas mexicanas.
Aunque AMLO dice ser “muy diferente” del dictador Nicolás Maduro o de Raúl Castro, el candidato no los condena ni los considera dictadores y en Venezuela han aparecido graffitis del PSUV apoyando a López Obrador. El líder de MORENA tampoco esconde su admiración por el “Che Guevara”, pese a que afirma que conoce de las ejecuciones masivas que promovió el guerrillero argentino en Cuba. Definitivamente AMLO tiene mucho qué explicarle a los mexicanos sobre sus aliados políticos y sus causas políticas.
¿Más de lo mismo en Brasil?
En 2018, Brasil vivirá unas nuevas elecciones generales. A pesar de la crisis económica, política y social producida por años de Gobierno de la izquierda en Brasil, el expresidente “Lula” da Silva tiene un fuerte apoyo. En diciembre de 2017 el líder izquierdista llegó a obtener un 45 % de intención de voto.
De acuerdo con múltiples encuestas, Lula no solo sería el candidato presidencial más votado en Brasil. El expresidente también derrotaría a cualquier candidato a la presidencia en segunda vuelta.
A pesar de la alta popularidad de Lula, es posible que el expresidente brasilero no llegue a ser candidato presidencial debido a problemas legales. Y es que Lula ya fue condenado por su presunta recepción de sobornos. Además, está a la espera de que el Tribunal Regional Federal de Porto Alegre emita una decisión final sobre el caso. Si Lula es condenado, no podrá ser candidato presidencial.
Si Lula resulta condenado, el escenario electoral brasilero será más complejo. Los candidatos más valorados serían el nacionalista Jair Bolsonaro y los centro-izquierdistas Marina Silva y Ciro Gomes. El PSDB, partido de centro y promercado se ubica atrás en las encuestas.
Lo cierto es que dependerá de los brasileros el elegir un gobierno capaz de incentivar la economía de mercado, el nacionalismo o el socialismo.
Las FARC, Piedad Córdoba y Gustavo Petro
Los colombianos acudirán a las urnas en 2018 para renovar el Senado, la Cámara de Representantes y elegir nuevo presidente. Los ciudadanos de ese país tienen varias opciones electorales y la extrema izquierda tiene varias opciones presidenciales.
La primera es la líder política Piedad Córdoba. Córdoba lanzó su candidatura independiente apoyada por el movimiento Poder Ciudadano. Esta candidata ha defendido en más de una ocasión el modelo de la dictadura socialista venezolana y ha llegado a afirmar que haría filas con gusto en las tiendas de Venezuela para defender el socialismo.
Porotra parte, está Rodrigo Londoño, alias Timoleón Jiménez o Timochenko, máximo jefe de las FARC, quien será el candidato presidencial del partido fundado por esta guerrilla y tambien llamado FARC. Timochenko ha sido condenado por varios delitos, algunos de ellos son de lesa humanidad.
Anunciamos a Colombia que @TimoFARC es nuestro candidato a la presidencia. #FARCEsperanzaDelPueblo 🌹 pic.twitter.com/dPwzP7dKMm
— Partido COMUNES 🌹 (@ComunesCoL) November 1, 2017
Aunque ni Timochenko ni Piedad Córdoba destacan en las encuestas presidenciales. Sin embargo, la izquierda radical tiene un tercer candidato que lidera las encuestas. Se trata de Gustavo Petro, exguerrillero del M-19 y exalcalde de Bogotá. Petro encabeza varias de las encuestas presidenciales del país. En diversas ocasiones este candidato respaldó al fallecido líder del socialismo del siglo XXI (Hugo Chávez) y compartía caminatas con él en las que hablaban de “los sueños del libertador”.
Los colombianos tienen la oportunidad de abrir su economía y seguir el ejemplo exitoso de Chile y Perú o el de Venezuela. Ojalá elijan bien.
Paraguay: ¿el regreso del partido de Fernando Lugo al poder?
Las elecciones presidenciales paraguayas sucederán en abril de 2018. Hasta el momento son dos los bloques que han presentado candidatos.
El conservador Partido Colorado postulará a Mario Abdo Benítez a la presidencia. Benítez es hijo del secretario privado del exdictador Alfredo Stroessner. Hasta el momento el rival más visible de Benítez es Efraín Alegre del Partido Liberal Radical Auténtico. Aunque este partido no es de izquierda, Alegre se postulará a la presidencia con el apoyo del izquierdista Leo Rubin. Rubin es miembro del Frente Guasú, partido político del expresidente Fernando Lugo.
Alegre y Rubin reviven así la alianza política que llevó a Lugo a la presidencia a pesar de que sus partidos se distanciaran luego que el Partido Liberal Radical Auténtico propició la destitución de Lugo. Aún se desconoce la ideología de dicha alianza, aunque según fuentes consultadas por el PanAm Post, dicha coalición tendería a la centro-izquierda y no a la extrema izquierda.
Costa Rica: una izquierda radical débil
Costa Rica es un país con una tradición democrática firme. En este sentido, ni la extrema izquierda ni la extrema derecha suelen tener importantes opciones de llegar al poder. En esta ocasión, los dos candidatos con mayores opciones de ser elegidos como preidentes del país son el centro-izquierdista Antonio Álvarez y el centro-derechista Juan Diego Castro.
De acuerdo con varias de las encuestas publicadas en dicho país, el candidato del oficialista centro-izquierdista Carlos Alvarado no tendría chances importantes de convertirse en el próximo presidente.
Por su parte, los partidos de izquierda más dura, como el Frente Amplio y el Partido de los Trabajadores, tienen sus propios candidatos a la presidencia. Sin embargo, ninguno de los dos parece tener el apoyo electoral suficiente para ganar las elecciones en Costa Rica.
Venezuela: la continuidad del régimen está casi garantizada
El dictador Nicolás Maduro aseguró que en 2018 se realizarán elecciones en el país. Sin embargo, y como de costumbre, la transparencia de las elecciones está altamente cuestionada, pues el dictador controla el poder electoral del país. Maduro afirmó que se utilizarán “las mismas máquinas” de votación usadas en elecciones anteriores.
También se espera que el régimen castigue con dureza a los candidatos que puedan poner en riesgo la continuidad de la dictadura. En diciembre de 2017 Maduro aseveró que los partidos de oposición que no hayan participado en elecciones municipales tendrán prohibido presentarse en las presidenciales. Por otra parte, el régimen ha perseguido, encarcelado e inhabilitado a los líderes más importantes de la opositora MUD.
De esta forma, parece que el régimen socialista venezolano continuará en el poder pesea a la profunda crisis humanitaria que vive el país.