EnglishSi usted reside en San Pedro Sula (Honduras), Caracas (Venezuela), Acapulco, México, o Joao Pessoa, Brasil, tiene hasta quince veces más posibilidades de morir violentamente que si reside en una ciudad europea, asiática, o algunas latinoamericanas, como Santiago de Chile o Montevideo (Uruguay).
Pero, en general, Latinoamérica continúa siendo el continente más violento del mundo, y con la excepción de tres ciudades surafricanas (Ciudad del Cabo, Nelson Mandela Bay y Durban), y cuatro estadounidenses (St. Louis, Missouri; New Orleans, Louisiana; Detroit, Michigan; y Baltimore, Maryland) las 50 ciudades con más homicidios en relación con su número de habitantes se encuentran en la región, según el informe que anualmente elabora la ONG mexicana Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal, mejor conocida como “Seguridad, Justicia y Paz”.
Según su informe anual, liberado esta semana, Brasil es el país con más ciudades violentas en la lista, con 19; le siguen México, con 10, Colombia, con 5, Venezuela, con 4 (igual que Estados Unidos), tres en Suráfrica y dos en Honduras.
El Salvador, Guatemala y Jamaica tienen una ciudad cada una en el ranking, concretamente, sus tres capitales (San Salvador, Ciudad de Guatemala y Kingston), que, junto con Caracas y el Distrito Central de Honduras (que incluye a su capital, Tegucigalpa, en el puesto 5, junto con otros diez municipios) son las únicas capitales en el listado.
Entre las diez primeras ciudades por su peligrosidad en el mundo, Brasil tiene cuatro; Honduras y Venezuela tienen dos; y México y Colombia, una cada una.
En su informe, Seguridad Justicia y Paz señala tanto de San Pedro Sula como de Distrito Capital de Honduras que hay graves inconsistencias en los datos correspondientes a 2014, pues no hubo cifras oficiales, y destaca que según un informe ofrecido por el diario La Tribuna, el año pasado hubo en todo el país 600 homicidios menos que en 2014, pero según el mismo informe, supuestamente basado en cifras oficiales, en San Pedro Sula hubo 678 asesinatos menos que el año anterior; a lo que se agregan 339 homicidios menos en Distrito Central, lo que hace “a la aseveración todavía más absurda”, señala.
ONG Seguridad Justicia y Paz destaca que Gobiernos intentan esconder cifras de asesinatos.
Igual falta de cifras oficiales aplica para los números de Venezuela, donde “representa un gran desafío determinar la incidencia real de homicidios (…) pues los gobernantes, en lugar de transparencia y rendición de cuentas, prefieren el ocultamiento o la propaganda, muchas veces basada en mentiras”.
Sobre la situación de su capital, Caracas, “procedimos, al igual que hace un año, a estimar el número de homicidios a partir de calcular el número de ingresos a la morgue de Bello Monte”. Señala la ONG que sobre ese número de ingresos, se calculó que aproximadamente 80% corresponden a homicidios.
En relación con la tercera ciudad de la lista, Acapulco, en México, la ONG señala que “en principio, existe una difusión transparente y puntual (con actualizaciones mensuales) de cifras sobre incidencia criminal (…) el Secretariado Ejecutivo (del Sistema Nacional de Seguridad Pública, SNSP) realiza un verdadero esfuerzo por recabar y difundir información veraz, pero los gobiernos de algunas entidades federativas continúan reportando cifras dudosas, si no es que manipuladas, para simular una incidencia criminal menor a la realmente registrada”.
En general, señala la ONG, el mayor obstáculo para la elaboración del informe es “la falta de transparencia de los Gobiernos de varios países que se incluyen en el ranking”. Señala que donde no hay cifras oficiales, el reporte se basa en la estimación más conservadora disponible.
Colombia, un modelo que da esperanza
Con respecto al informe de 2013, Paz, Seguridad y Justicia destaca que salieron de la lista de las 50 urbes más peligrosas del mundo (solo se evalúan ciudades con más de 300 mil habitantes) Santa Marta, en Colombia; San Juan (Puerto Rico); Maracaibo, en Venezuela; y Puerto Príncipe, en Haití; ingresaron las ciudades brasileñas de Curitiba, Porto Alegre y Teresinha, así como Obregón, en México.
Si se hubiera mantenido el límite inferior de la lista durante 2013, Medellín no estuviera ya entre las 50 ciudades más violentas del mundo
El informe indica que sí es posible reducir las tasas de criminalidad, y que Colombia es un ejemplo de políticas coherentes de descenso en la tasa de delincuencia; y dentro de este país, el modelo es Medellín, que está en la posición 49, con una tasa de 27 homicidios por cada cien mil habitantes, cuando en 2010 estaba en el puesto 10, con 83 homicidios por cada cien mil habitantes.
“De mantenerse esta tasa, es casi seguro que Medellín saldrá del ranking; si en 2014 la tasa de la posición 50 hubiera sido igual a la de 2013 (30 homicidios por cada cien mil habitantes) ya habría salido”, destaca la ONG, que agrega que esta ciudad, durante la década de los 80 y hasta 2003, era la más insegura del mundo, con una tasa de homicidios superior a los 400 por cada cien mil habitantes.
En el último año, el mayor descenso ha sido el de la ciudad de Torreón (México) cuya tasa cayó de 54 a 28 homicidios por cada cien mil habitantes entre 2013 y 2014.