Al menos 40 aviones ingresan cada mes a territorio argentino de forma irregular para bombardear cocaína en la frontera norte del país, según información que se desprende del radar ubicado en la ciudad de Tartagal (provincia de Salta).
Según fuentes de inteligencia reseñadas por el diario La Nación este lunes, cada vuelo deja caer entre 400 y 500 kilos de cocaína en campos del norte argentino para que posteriromente se complete la logística por tierra. Se trataría de unas 20 toneladas cada mes.
El ministro de la Defensa boliviano, Reymi Ferreira, fue informado sobre la situación tras la realización de ejercicios aeroespaciales de las Fuerzas Aéreas de ambos países.
El gobierno de Mauricio Macri está acelerando la compra de de una moderna aeronave de combate, en medio de la crisis de equipamiento militar que padece el país, tras severas limitaciones presupuestarias sufridas durante los gobiernos kirchnrristas.
La Nación señaló que Macri pidió un detallado balance sobre los vuelos ilegales y se sorprendió por la complejidad operativa que tiene el tema.
Hasta el momento el mandatario argentino estaría dando el visto bueno técnico sobre un nuevo caza liviano ofrecido por la empresa coreana KAI: el FA50 que tendría un costo de más de USD$ 30 millones por unidad. Se proyecta la compra de un escuadrón de 12 aviones.
Según La Nación esta aeronave tendría una capacidad de interceptación de 1,5 veces la velocidad del sonido, producción actual y sostenida y, fundamentalmente, un radar multipropósito.
El entrenamiento de los pilotos es otra de las urgencias que debe atender el gobierno argentino. Fuentes señalaron que las últimas tres promociones egresaron de la Escuela de Aviación sin ser pilotos militares y hay 120 alférez que no saben cómo es estar al mando de un avión.
Por otro lado, se espera que la Fábrica Argentina de Aviones (Fadea) culmine proyectos que comenzaron en el anterior gobierno como las aeronaves Pampa II y Pampa III.
Los problemas de presupuesto terminaron afectando también la cadena de transporte de carga y personal. La Nación señala hace una década la Fuerza Aérea tenía compensadas todas las necesidades de cabina y bodega, pero hoy la situación es otra.
El Boeing 707 que llevaba a cualquier lugar del mundo, actualmente está desprogramado; el Fokker 27 voló por última vez el año pasado y el F28 será retirado en 2018.
El ministro de la Defensa argentino Julio Martínez, señaló este domingo que durante los últimos diez años se perdieron 100 aviones por falta de inversión y mantenimiento. A esto se le suman los 70 aviones perdidos en la Guerra de la Malvinas (abril-julio 1982).
La Nación señaló que en los doce años del periodo kirchnerista se agravó la situación con la desprogramación de los sistemas de armas, envejecidos por el paso del tiempo, la obsolescencia y la falta de repuestos.
Fuente: La Nación.