EnglishEl grupo guerrillero FARC anunció el pasado miércoles 17 de diciembre un cese al fuego unilateral e indefinido, con lo que abrieron la posibilidad al cierre de los 50 años de conflicto armado con el Gobierno colombiano.
El comunicado, emitido durante las negociaciones de paz en La Habana, promete el fin de los ataques siempre y cuando las fuerzas estatales respondan recíprocamente. Este último movimiento de parte del grupo rebelde se da unas semanas después de que secuestraran a un alto general colombiano, poniendo en jaque las conversaciones de paz.
¿Una oportunidad a la paz?
“En atención a que creemos que hemos iniciado un recorrido definitivo hacia la paz,” indica el comunicado online, “hemos resuelto declarar un cese unilateral al fuego y a las hostilidades por tiempo indefinido […]”.
Aunque las FARC han anunciado treguas unilaterales antes —el grupo rebelde ha puesto un alto a las hostilidades durante la época navideña los últimos dos años— esta es la primera ocasión en que no existe una fecha de expiración, y podría ser el principio del fin para un progreso de paz que ha costado dos años.
Asimismo, el grupo guerrillero notablemente tiene un tono pacifista en su comunicado. En tal sentido, el mensaje critica al presidente Juan Manuel Santos por “regocijarse” en su cuenta en Twitter de la muerte de militantes de las FARC durante los enfrentamientos del pasado 14 de diciembre. Expresan: “La guerra no puede ser motivo de gozo sino de pena”.
“No más circo, no más exhibicionismo de fuerza incontrolada, no más cobro de facturas con el sacrificio de vidas ajenas”, continúa el comunicado rebelde.
“Queremos contrastar. Queremos superar los episodios inútiles de sangre”, agrega el mensaje, antes de indicar que el cese al fuego se pondrá en efecto un minuto después de la medianoche del 20 de diciembre. La carta entonces está firmada por los rangos de comando más altos de las FARC.
Solicitan monitores internacionales
No obstante, la tregua deja la pelota en la cancha de las cortes gubernamentales, al establecer una única condición para la continuidad del cese al fuego.
“Este cese de fuegos unilateral, que deseamos se prolongue en el tiempo, se daría por terminado solamente si se constata que nuestras estructuras guerrilleras han sido objeto de ataques por parte de la fuerza pública,” agrega.
Con esto, todos los ojos están sobre el Gobierno colombiano para ver qué posición tomará. Ya en septiembre de 2012, el presidente Santos descartó un cese al fuego unilateral propuesto por las FARC en Cuba. En vez de eso, aquella vez afirmó que el Gobierno no cedería hasta que el acuerdo fuese alcanzado e incluso incrementó la presión militar sobre las fuerzas guerrilleras.
Además de ello, las FARC han hecho un llamado a organizaciones internacionales, tales como la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR) y el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), para supervisar el armisticio.
“La presente decisión está siendo formalmente comunicada al Gobierno de Colombia. A embajadas y sedes diplomáticas a nuestro alcance. Al Secretario General de las Naciones Unidas; [y] a la Unión Europea,” anuncia el comunicado de las FARC, quienes incluso invocan al “Papa Francisco [y a] a otras cabezas de credos reconocidos universalmente”.
El comunicado estipula que el cese al fuego solo tendrá efecto si al menos una de las organizaciones citadas acepta verificar y supervisar el acuerdo.
¿Avance o compra de tiempo?
El senador Alfredo Rangel, del partido opositor Centro Democrático, afirmó a la fuente de noticias local NTN24 que el cese al fuego era poco más que una estrategia cínica de las FARC.
“Anuncian un cese al fuego… pero a renglón seguido condicionan que las fuerzas militares no presten seguridad en el país e impidan que las FARC sigan extorsionando y sigan secuestrando —o que sigan obviamente lucrando siempre del narcotráfico,” criticó Rangel.
De acuerdo con el senador, las FARC intentan tomar ventaja del cese al fuego unilateral para tener tiempo de recuperar sus fuerzas y reclutar a más personas. Adicionalmente, afirmó que los rebeldes buscan asignar al Gobierno la responsabilidad de la continuidad de la violencia y que las FARC probablemente continuarían con el reclutamiento de niños soldados.
Del otro lado, Jorge Restrepo, director del Centro de Recursos para el Análisis de Conflictos (CERAC), expresó que la misión de la Organización de los Estados Americanos (OEA) actualmente es apoyar el progreso de la paz, por lo que inmediatamente deberían enviar monitores para verificar el cese al fuego. De igual manera, sugirió que Cuba y Noruega —países responsable del dialogo de La Habana— faciliten líneas de comunicación entre el Gobierno colombiano y los rebeldes para reducir el riesgo de crisis potenciales que podrían comprometer el acuerdo.
Restrepo indicó que la condición del cese al fuego, “pone contra la pared al Gobierno y lo obliga a responder de manera constructiva frente a este gesto de paz”.
El cese al fuego permanente, si es exitoso, representa una nueva fase en las conversaciones de La Habana, las cuales fueron suspendidas a mediados de noviembre después del secuestro del general Rubén Darío Alzate en la provincia de Cocho, en el norte de Colombia, siendo este el oficial de mayor rango en caer en las manos de los rebeldes. Las negociaciones continuaron después de que fuese liberado, dos semanas más tarde.