
EnglishMédicos, indígenas, profesores, trabajadores y jubilados: distintos sectores de la sociedad ecuatoriana se volcaron a las calles, en las principales ciudades del país, con motivo del paro nacional ciudadano convocado en contra del Gobierno del presidente Rafael Correa para este jueves 13 de agosto, y que, al parecer, será indefinido.
Si bien los manifestantes declararon en varias ocasiones que era una movilización pacífica y sin intenciones de derrocar al régimen, durante la tarde se reportaron incidentes violentos entre los protestantes y las fuerzas del orden público, especialmente en la capital ecuatoriana.
En Guayaquil, manifestantes bloquearon algunas vías de la ciudad con llantas encendidas en llamas en horas de la mañana. Alrededor de las 4 p.m. (hora local, 21 horas GMT), diferentes partidos políticos y organizaciones sociales se concentraron en la Plaza del Centenario, desde donde desfilaron por la Avenida 9 de Octubre para expresar su descontento con varias medidas del Gobierno.

“Democracia sí, dictadura no”, coreaban los asistentes, para rechazar las enmiendas constitucionales impulsadas por el oficialista Alianza PAIS. Si bien hubo forcejeos entre ciertos manifestantes y oficiales de la Policía Nacional, además de llantas quemadas cerca del Malecón 2000, no se registraron mayores inconvenientes.
Quito, otra historia
La jornada del #13A en Quito comenzó con la llegada de agrupaciones indígenas desde norte del país al Parque del Arbolito. Otro grupo de protestantes ya descansaban en el parque desde la tarde del miércoles, luego de 12 días de caminata.
Distintas organizaciones sociales, como la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), la Central de Trabajadores (Cedocut), la Confederación Kichwa del Ecuador (Ecuarunari), los defensores del Yasuni (Yasunidos), la Asamblea Popular de Quito; y cientos de ciudadanos independientes se hicieron presentes.
Además del disgusto general por la manera de gobernar del presidente Rafael Correa, defendían intereses particulares. Los indígenas exigen la revocatoria de la Ley de Aguas y su reglamento, la derogatoria del Decreto 16 que regula a las organizaciones sociales y la moratoria de todas las concesiones mineras.
Los trabajadores pedían que se devuelvan los Fondos de Cesantía; los médicos reclaman por el Decreto 703. Yasunidos y otros grupos ecologistas piden la detención de actividades extractivas en el Parque Nacional Yasuní y la Cordillera del Cóndor.
“Yo estoy aquí como ciudadana”, dijo Diana Amores, activista y tuitera, a PanAm Post. “Salgo a apoyar a los distintos sectores y por mis propios reclamos”. Acerca de las marchas opinó que es necesario “recordarle al Gobierno que la calle no tiene gerente o propietario; y cuando alguien quiere hacerse escuchar, la calle es el sitio, y no por eso se es golpista”.
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Pasadas las 4 de la tarde, los manifestantes partieron hacia el centro histórico de la ciudad con carteles, banderas de Ecuador, instrumentos musicales y silbatos. Cantos como “¿A dónde van con tanta gente? A botar al delincuente”; y “Fuera Correa, fuera”, acompañaron el trayecto hasta la Plaza de Santo Domingo.
Mae Montaño, asambleísta de oposición, dijo a PanAm Post que el reclamo indígena ha trascendido, y que el pueblo ecuatoriano “se ha unido para defender a la democracia, por eso decimos no al paquetazo de enmiendas”.
En redes sociales se denunciaron actos violentos tanto de manifestantes, como de oficiales de policía. En la Plaza Chica, un grupo de ciudadanos quitó las vallas que prohibían el paso y lograron romper la barrera de policías por un instante. Los oficiales replegaron violentamente y lanzaron bombas lacrimógenas.
Los policías permitieron a los manifestantes avanzar hasta la Plaza de San Francisco, sin embargo, los reprimieron luego con sus toletes, motos y caballos.
https://twitter.com/gfragac/status/632008600735621120
Cerca de las 9 p.m., medios locales denunciaron la detención de los líderes indígenas Salvador Quishpe, prefecto de la provincia de Zamora Chinchipe; Carlos Pérez Guartambel, presidente de la Ecuarunari; y la brasileña Manuela Picq, activista y profesora universitaria y pareja de Pérez.
Los dos últimos fueron heridos y recibieron asistencia en el hospital Eugenio Espejo. La organización Fundamedios denunció también que oficiales de policía iniciaron el trámite para deportar a Picq.
La periodista Manuela Picq, pareja de Carlos Pérez Guartambel, podría ser deportada http://t.co/KmXz3XXDG5 pic.twitter.com/zKnL5fsczj
— FUNDAMEDIOS (@FUNDAMEDIOS) August 14, 2015
Las manifestaciones se extendieron hasta las 9:30 p.m. El último grupo de manifestantes abandonó la Plaza de Santo Domingo luego de una violenta represión policial.
Salvador Quishpe fue liberado al poco tiempo, pero denunció cómo había sido brutalmente golpeado por los policías. Posteriormente, en una rueda de prensa, líderes indígenas llamaron a radicalizar las manifestaciones e indicaron que esta fue solo la primera jornada del paro nacional en Ecuador.
https://twitter.com/carlosfabbian/status/632031399516745728
En esa misma línea, el diario local El Comercio denunció que su reportero gráfico José Mafla fue detenido por la Policía Nacional en el cantón Otavalo, provincia de Imbabura, mientras intentaba hacer tomas de una detención a otro ciudadano mientras protestaba. Se le estarían imputando los cargos de impedir el trabajo policial y obstaculizar la vía pública.
El Ministerio del Interior reportó 16 policías heridos y 20 personas detenidas. Se desconoce cuántos ciudadanos resultaron heridos.
Correa en el Festival de la Alegría
Por su parte, el presidente Rafael Correa estuvo rodeado de miles de simpatizantes en la Plaza de la Independencia de Quito, durante lo que se denominó el “Festival de la Juventud y la Alegría”. Se dirigió a los asistentes e insistió en que había un golpe blando contra su Gobierno, pero que el paro nacional había fracasado.
“Otro de esos tirapiedras, dirigente de la Ecuarunari, que ni siquiera es indígena, pedía la renuncia del presidente… Esta gente solo habla absurdos, insensateces”, dijo el presidente Correa en referencia de Carlos Pérez.
Asimismo, tildó a la “oposición de derecha” de “hipócrita” por apoyar a los indígenas.
“Ahora [los indígenas] tienen el apoyo de ese banquero caprichoso que quiere comprar la presidencia [Guillermo Lasso]; el magnate [Álvaro] Noboa, eterno perdedor de las elecciones presidenciales; el alcalde del puerto principal [Jaime Nebot]. Cuanto cinismo, cuanta hipocresía”, añadió Correa.
“Estamos enfrentando una estrategia de desgaste, desestabilización, ilegítima, antidemocrática, para hacerle daño a un gobierno que ya es histórico compañeros”.
Finalmente, el mandatario terminó la jornada cantando en el escenario junto a otros funcionarios, mientras que los disturbios continuaron en otros sectores de la ciudad.
Con la contribución de Paz Gómez y Jorge Chuya.