EnglishVenezuela pagaría con petróleo los US$ 70 millones que debe a Uruguay, así lo informó este jueves el ministro de Relaciones Exteriores uruguayo, Rodolfo Nin Novoa desde Montevideo.
El objetivo es compensar la deuda que tiene el Gobierno venezolano con lo empresarios uruguayos desde hace algunos años; especialistas aseguran que el pago se agravó con la caída de los precios del petróleo y con la reducción de las importaciones desde Venezuela.
“El Gobierno está trabajando en una comisión interministerial para buscar alternativas del punto de vista del saldo de la deuda a través de alguna compensación con la compra de petróleo que hacemos a Venezuela”, afirmó el canciller.
La economista de la Unión de Exportadores del Uruguay (UEU) María Laura Rodríguez afirmó que las restricciones que tienen los importadores venezolanos para conseguir las divisas es lo que ha impedido que los empresarios uruguayos puedan cobrar a cabalidad sus deudas.
En abril pasado, Uruguay había ofrecido a Venezuela un intercambio de alimentos por petróleo, luego de que su vicepresidente Raúl Sendic se reuniera en Montevideo con su homólogo venezolano, Jorge Arreaza.
Para ese momento, Sendic aseguraba que para su Gobierno era necesario “establecer un flujo comercial y de exportaciones permanente” con Venezuela, por lo que ofreció exportaciones de arroz, lácteos y pollo, a cambio del petróleo venezolano.
Industria láctea de Uruguay en crisis
De acuerdo con los medios locales uruguayos, muchas de las empresas de ese país dependían prácticamente de las exportaciones hacia Venezuela; el hecho de que la relación comercial haya decaído ha traído graves consecuencias para la industria uruguaya.
Con respecto a esto, Rodríguez lamentó que muchas empresas todavía no hayan podido encontrar mercados alternativos que sustituyan las exportaciones hacia Venezuela.
“En el problema, por ejemplo, de los quesos que estaban entrando a Venezuela, no en todos los casos se encuentra rápidamente un mercado alternativo cuando uno tenía montada toda una infraestructura, a partir de una corriente exportadora que se había formado en los últimos años”, aseguró.
Ante esta situación, Novoa remarcó que “el Gobierno trabaja para abrir nuevos mercados, puesto que el problema de la lechería y de los lácteos en Uruguay no es solo con Venezuela”.
En febrero pasado, la empresa Ecolat, del Grupo Gloria de Perú y representante de Parmalat en Uruguay, comunicó sobre la irreversibilidad del cierre de la planta industrial en Nueva Helvecia (Colonia). Ello llevó a que se perdieran unas 400 fuentes de trabajo.
Asimismo, la firma Schreiber Foods, de San José, también anunció el cierre definitivo de la compañía a causa de pérdidas millonarias por el aumento de precios locales e internacionales, y la pérdida de algunos de los mercados a los que exportaba, como Venezuela, Rusia, México y Brasil. La situación derivó en la pérdida de 160 fuentes de empleo.
Uruguay también tiene una deuda con Venezuela
En 2005 Uruguay suscribió con Venezuela un Convenio de Integración Energética que se ha ido renovando anualmente, estableciendo precios del crudo subsidiados y financiamiento de hasta 15 años para el pago del mismo.
En enero de 2015, Venezuela flexibilizó el esquema de financiamiento, permitiendo a Uruguay pagar hasta en un plazo de 15 años el 25% del petróleo que recibe de Venezuela; y la mitad de la parte financiada a largo plazo la puede pagar con alimentos.
La Administración Nacional de Combustibles, Alcohol y Portland (Ancap) es la empresa pública multinacional uruguaya encargada de explotar y administrar el monopolio del alcohol y carburante nacional, así como importar, refinar y vender derivados de petróleo.
Las negociaciones entre Ancap y Pdvsa, la estatal venezolana, son de unos US$ 700 millones por la compra de petróleo. La tasa de interés por la deuda de Ancap con Pdvsa es de apenas el 2% por año, y prefiere mantenerlo así. Si Ancap emitiera deuda o solicitara financiamiento bancario para cancelar el pasivo, el interés que debería pagar rondaría el 6%.