“Venezuela está convulsionando del hambre”. Así lo afirma el diario estadounidense New York Times, el cual ocupó su primera página de este domingo a la grave crisis humanitaria que enfrenta el país suramericano.
El diario describió este domingo 19 de junio lo que PanAm Post ha venido informando: “camiones de distribución de alimentos saqueados, fuerzas de Seguridad en las calles vigilando locales comerciales, multitudes desesperadas asaltando tiendas comestibles, farmacias y carnicerías; y la muerte de una niña que recibió un disparo mientras hacía filas para comprar comida”.
El New York Times asegura que el país gobernado por Nicolás Maduro, el cual tiene las mayores reservas de petróleo del mundo, ha caído en la miseria con “la gente revuelta porque no hay suficiente comida”.
“Arrebataron agua, harina, harina de maíz, sal, azúcar, patatas, cualquier cosa que pudieran encontrar, dejando atrás solamente congeladores rotos y estantes volcados”, reseña el New York Times sobre lo sucedido en la ciudad de Cumaná, al oriente del país. Hechos calificados como el “Cumanazo”.
“En las últimas dos semanas, se han llevado a cabo más de 50 disturbios, protestas y saqueos en masa que han estallado en todo el país. Decenas de empresas han sido despojadas o destruidas. Al menos cinco personas han muerto, esta es precisamente la Venezuela que sus líderes se comprometieron a evitar”, señala el diario.
The New York Times recuerda el conocido “Caracazo” en cual, en 1989, en la ciudad capital cientos de personas resultaron muertas y otras en manos de las fuerzas de Seguridad por ocasionar disturbios y saqueos tras el recorte de subsidios y una población repentinamente empobrecida.
“El Caracazo fue lo que marcó al futuro presidente Hugo Chávez, quien dijo que la incapacidad del país de proveer a su pueblo y la represión estatal de la protesta eran las razones por las que Venezuela necesitaba una revolución socialista”.
Para el NYT los sucesores de Hugo Chávez se encuentran en una situación similar, o incluso peor: “la nación está ansiosamente buscando la manera de alimentarse”.
Fuente: The New York Times