
Venezolanos judíos se están mudando a Israel huyendo de la crisis que enfrenta el país suramericano.
De acuerdo con un reportaje del diario estadounidense The Washington Post, desde que el gobierno de Hugo Chávez llegó al poder, venezolanos descendientes de judíos han ido acrecentando un proceso de migración. Esto a raíz de la grave crisis económica y el antisemitismo.
Sin embargo, aunque la comunidad de criollos en Israel ha crecido, un reportaje publicado en el portal digital Haaretz revela que los judíos venezolanos no pueden inmigrar a Israel porque “no pertenecen a una comunidad suficientemente judía”.
El proceso para establecerse en Israel no es fácil porque ambos países no tienen relaciones diplomáticas. En 2009, como consecuencia de la guerra israelí contra Hamas en Gaza, Hugo Chávez expulsó al embajador israelí. Fijó posición con los palestinos, reconociendo sus derechos sobre el territorio y desarrolló relaciones con Irán, el adversario de Israel.
Según el reportaje de The Washington Post, en el pasado, los judíos venezolanos optaban por mudarse a Estados Unidos o Panamá, pero ahora esos lugares son inaccesibles debido a la crisis económica en Venezuela, que ha devaluado sus propiedades y otros activos.
Israel se ha convertido en la mejor opción para los venezolanos judíos debido a que allí cuentan con derecho a una canasta de beneficios ofrecida por el Estado, incluyendo atención médica (en gran parte subsidiada), educación gratuita y descuentos en alquileres de apartamentos y otros bienes.
“Me siento esperanzada en Israel; es un país repleto de innovación social y oportunidades. Ya tengo unas entrevistas de trabajo y ahora necesito aprender el idioma”, dijo Reisy Abramof, quien es judía y llegó a Israel en noviembre.
Pero Haaretz revela en un reportaje el “lado oscuro” de tratar de emigrar al país del Cercano Oriente.
El Ministerio del Interior de Israel afirma que los solicitantes de visa de inmigración en ese país, a pesar de que sufren de escasez de alimentos y medicamentos en Venezuela, no se han dedicado lo suficiente a la vida judía, por lo que se les complica la migración.
Tal es el caso de nueve venezolanos judíos en Israel que enfrentan “dificultades extraordinarias” debido a que aunque existe la evidencia de sus raíces, el gobierno asegura que no “están involucrados activamente en la vida judía”.
De acuerdo con la Ley de Retorno, que determina la elegibilidad para la inmigración, los judíos de elección que deseen trasladarse a Israel deben ser convertidos en una “comunidad judía reconocida”.
Existen dos tipos de judíos: los judíos de “nacimiento” y los judíos “por elección”. Este último nace judío, pero busca ampliar esa realidad biológica a algo más significativo. Al buscar un mayor significado en su identidad judía se convierte en un judío por elección y no solo de nacimiento. Por lo tanto, el primer paso para seguir siendo judío es transformarse en un judío por elección.
Los migrantes deben pasar al menos nueve meses activamente dedicados a la vida comunal judía antes de que puedan trasladarse a Israel.
Cifras oficiales del gobierno israelí muestran que 111 judíos venezolanos realizaron el “aliyah”, el término hebreo para inmigración que significa “ascendiendo”, a Israel en 2015, más del doble de los que arribaron en 2012.
Y a pesar de que las cifras de 2016 no están disponibles, la Comunidad Internacional de Cristianos y Judíos, una organización benéfica que se encarga de trasladar a judíos desde lugares angustiosos hasta Israel, dijo que ha ayudado a 90 personas venezolanas a migrar.
Fuentes: The Washington Post; Haaretz