Con José Luis Rodríguez Zapatero como mediador en Venezuela, se multiplicó el número de presos políticos; así lo afirmó el expresidente de España, Felipe González.
González considera que el diálogo que está llevando a cabo el régimen de Venezuela con Zapatero ha conseguido “lo contrario de lo que se pretendía” y ha tenido como resultado “multiplicar por seis el número de presos políticos, desabastecimiento e inflación infinitamente mayores y en ningún momento se ha devuelto poder a la Asamblea democráticamente elegida”.
En relación con el diálogo que llevan a cabo Zapatero y los expresidentes Leonel Fernández (República Dominicana) y Martín Torrijos (Panamá), cree que “desde el principio estuvo mal enfocado”, porque la delegación de mediadores se nombró “al gusto de Maduro” y porque para negociar tiene que haber una agenda y no se puede decir que “el diálogo tiene valor por sí mismo”.
Sobre el papel que ha asumido el gobierno de España ante la crisis en Venezuela, González criticó a Mariano Rajoy pues según su criterio “se ha puesto de perfil”.
“Cuando le conviene ataca a Venezuela, incluso por razones políticas internas y cuando le conviene apoya el diálogo de Zapatero”, lamentó.
González además resaltó la importancia de que Nicolás Maduro revierta la Constituyente: “Puede tener un ataque extemporáneo de responsabilidad y de inteligencia política y facilitar la salida”; dijo.
A su modo de ver, en Venezuela hay ahora tres opciones: que Maduro cancele la Constituyente, libere a los presos políticos y acceda a negociar un calendario electoral; o que siga adelante y consuma su “golpe de Estado continuado” con una Asamblea Constituyente donde “todos los candidatos son suyos” y que ocupará el palacio legislativo desalojando a la Asamblea Nacional.
La tercera sería que las Fuerzas Armadas, que deben ser “obedientes al mandato constitucional”, opten por la “desobediencia”, cosa que, en su opinión, podría estar legitimada dada la situación actual.
Fuentes: El Nacional; El País