Una vez más aparece Venezuela en la portada de la revista británica The Economist. Esta vez The Economist dedicó su primera página a la crisis que enfrenta el país gobernado por el régimen de Nicolás Maduro; el reportaje titula: ¿Cómo lidiar con Venezuela?.
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El importante editorial revela la importancia de que los ciudadanos puedan tener la oportunidad de salir de los gobiernos malos; y asegura que es por esa razón que “Nicolás Maduro está tan ansioso por ahogar lo poco que queda de la democracia en Venezuela”.
The Economist señala que el próximo 30 de julio con la Constituyente se “completará la destrucción de los poderes del Parlamento, ahora controlados por la oposición, y destruirá la integridad de las elecciones presidenciales del próximo año, que si fueran libres y justas, seguramente las perdería Maduro”.
En lugar de una segunda Cuba o una China tropical, la Venezuela chavista, con su corrupción, pandillas e ineptitud, corre el riesgo de convertirse en algo mucho peor.
El medio de comunicación hizo un recorrido por la economía venezolana que se encuentra prácticamente en ruinas:
“Maduro gasta generosamente el dinero público, sobre todo con sus partidarios. Los débiles precios del petróleo y la inepta gestión significan que ahora no puede pagar sus cuentas. Así que imprime dinero sin respaldo y culpa a los especuladores por la inflación resultante, que se espera que supere el 1.000 % este año”.
Para The Economist la mejor solución sería una transición negociada:
“El Sr. Maduro terminaría su mandato pero respetaría la constitución y el parlamento, liberaría a los presos políticos y garantizaría que las elecciones regionales vencidas y la contienda presidencial del próximo año se celebren de manera justa”.
El medio de comunicación critica al gobierno estadounidense por su rol ante Venezuela y recomienda a Donald Trump no implementar sanciones contra PDVSA pues
“Maduro encontraría nuevos compradores para su petróleo en cuestión de meses. Mientras tanto, la gente común sufriría más que los leales del régimen”.
The Economist asegura que con sanciones amplias, el régimen de Venezuela se podría fortalecer porque la afirmación vacía de Maduro de que se enfrenta a una “guerra económica” de la América “imperial” tendría algo de sustancia.
¿Cómo debería ser una negociación?
Para The Economist las negociaciones deben darse por gobiernos extranjeros. “Cualquier acuerdo final puede tener que incluir inmunidad legal para altos funcionarios venezolanos. Eso es desagradable, pero puede ser necesario para lograr una transición pacífica de regreso a la democracia”.
Fuente: The Economist