A una semana para los comicios que definirán al próximo presidente de Chile, el país suramericano se alista para afrontar una carrera de “último minuto”; esto, por la muy corta diferencia de votos que habrá entre cada uno de los candidatos.
Pero el panorama electoral en Chile es bastante complicado debido a que de acuerdo con analistas, la abstención será la protagonista y podrá definir quién será el próximo mandatario de ese país.
El pasado domingo 10 de diciembre el ex candidato independiente, José Antonio Kast, aseguró que más del 90% de sus electores votarán a favor de Sebastián Piñera en la segunda vuelta del próximo 17 de diciembre.
Si los votantes de Kast deciden respaldar a Piñera en la segunda vuelta, éste podría ganar la Presidencia con un aproximado de 45% del apoyo popular.
Sin embargo, también está la opción de que los electores de izquierda se unan y voten por el candidato Alejandro Guillier otorgándole la silla presidencial al oficialista.
Pero la abstención en este momento es el centro del debate en Chile, pues ningún analista se atreve a vaticinar el resultado, ya que todo podría cambiar.
En la primera vuelta electoral un 55% de los chilenos habilitados no asistieron a las urnas; en esta oportunidad es muy probable que muchos más decidan no asistir, o en su defecto, sí se animen a participar, lo que evidentemente podría cambiar por completo el panorama.
Algunos de los que sufragaron por los postulantes derrotados en primera vuelta les cuesta animarse a ir nuevamente a votar por un candidato que no es el suyo.
Tanto Piñera, que busca un segundo mandato, como su adversario, el senador Alejandro Guillier, se dedican en estos días a la ” caza de votantes de los candidatos derrotados.
Piñera llega a la elección tras haber ganado la primera vuelta con el 36,6% de los sufragios y es el abanderado de Chile Vamos, una alianza que integran entre otros, el partido Renovación Nacional (RN), el mayor de la oposición, y la Unión Demócrata Independiente (UDI).
Guillier, un conocido periodista de 64 años, es apoyado por la Nueva Mayoría, un bloque de centroizquierda que componen socialdemócratas, comunistas y demócratas cristianos. El postulante oficialista busca hacerse con el sorpresivo 20,2% de los votos obtenido por el novel Frente Amplio (FA), una alianza que llevó como su abanderada a la también periodista Beatriz Sánchez.
“Probablemente la elección se vaya a dirimir por menos de 200.000 votos de diferencia”, vaticinó el politólogo de la Universidad de Santiago Marcelo Mella.
La victoria de cualquiera de los dos candidatos dependerá, sobre todo, de lo que hagan los votantes del Frente Amplio, que ha dado libertad de voto a sus seguidores, pese a que Sánchez ha anunciado que lo hará por Guillier.
Con este panorama, la cantidad de votantes que acudan el domingo a las urnas será vital, en un país donde el voto es voluntario.
El sociólogo Axel Callís, afirmó a la adencia de noticias AFP que “Guillier tiene que tratar de contener la abstención”, mientras que “Piñera tiene que contener a los que ya votaron por él y captar los 500.000 votos que obtuvo Kast.
A diferencia de la primera vuelta, a Piñera se lo ha visto más disperso en la campaña por el balotaje. El ex mandatario llegó a denunciar un posible fraude electoral en la primera vuelta tras denuncias de “votos marcados” a favor del senador oficialista y Sánchez, una acusación que le valió una lluvia de críticas y llevó a la representante de la izquierdista radical a anunciar que votaría por Guillier.