La crisis económica, el hambre y la descomposición social en Venezuela se encuentran en su peor nivel, tras una nueva ola de saqueos que por primera vez evidenció la desesperación de lo que queda de la clase media en el país suramericano.
Un video circuló a través de las redes sociales, en el cual vecinos de una urbanización del municipio Sucre en el estado Miranda reaccionaron de manera abrumadora ante una rebaja obligada de precios por parte del régimen de Nicolás Maduro.
Personas desesperadas adquirieron alimentos en grandes cantidades, al punto de convertirse en un conato de saqueo; esto, luego de que la Superintendencia para la Defensa de los Derechos Socioeconómicos (Sundde) llegara al Excelsior Gama Plus, calificado como una exclusiva cadena de supermercados en el país suramericano.
La visita del Sundde a @Excelsior_Gama hace que los compradores se desesperen comprando productos a precios "acordados". Aquí no hay clase social. Todos actúan igual. pic.twitter.com/WozO4Z434x
— Watcher (@Watcher_Ven) January 6, 2018
Ya no solo son las clases más bajas y desposeídas las que protestan e inician saqueos ante la crisis en Venezuela; ahora lo que queda de la clase media también evidencia desesperación tras una rebaja impuesta de precios por parte del Estado; una medida que por cierto implica para los comerciantes una importante pérdida de bienes, mientras luchan por sobrevivir en una economía llena de controles.
Cuando mañana no consigan comida, vayan a llorar pal Valle
Así quedó el Excelsior Gama de Santa Eduvigis, frente al Parque del Este, en Caracas, tras la decisión del Sundde de obligar a bajar sus precios al nivel del 15 de diciembre. pic.twitter.com/bJzGvan04x
— Francisco Rodriguez (@Twiterfran) January 7, 2018
Fue el pasado viernes 5 de enero cuando el régimen de Nicolás Maduro ordenó —unilateralmente— a unas 26 cadenas de supermercados bajar los precios de algunos productos como la margarina, el jabón, los huevos, el queso fundido, algunas bebidas alcohólicas y paquetes de pasta importados.
La medida surgió en medio de una situación de crisis que ha generado protestas de los sectores populares en las últimas semanas por la falta de alimentos, medicamentos y fallas en servicios básicos como el agua, electricidad y gas doméstico.
A la situación se sumaron saqueos en varios estados de Venezuela como en Zulia (noroeste), Aragua (centro) Anzoátegui y Bolívar (oriente), según informaron diputados opositores y medios locales.
Desde que Nicolás Maduro llegó al poder no ha sabido resolver la grave crisis económica enmarcada en la escasez de alimentos, medicamentos y una inflación descontrolada que superó el 3.000 %; su única y errada medida ha sido profundizar los controles y obligar a los comerciantes a bajar sus precios y producir a pérdidas.
Mientras la población se enardece y opta por protestar o protagonizar saqueos, y el régimen de Maduro solo aplica medidas de control y sanciones, son los comerciantes los más afectados quienes deben enfrentar los robos masivos y las largas filas por las rebajas de precios.
Víctor Maldonado, director Ejecutivo de la Cámara de Comercio Industria y Servicios de Caracas denunció que el Sundde “está decretando la agudización extrema de la escasez, al ordenar a supermercados no recibir productos sino a precios controlados”; calificó además de “infantilismo económico” el que el régimen crea que por decreto puede resolver la hiperinflación.
Para Maldonado, “la única forma de proteger el salario y a los trabajadores es incentivando la productividad, estimular la empresarialidad, el libre mercado, el respeto por la propiedad y el imperio de la ley. De ningún forma a través de la maraña socialista”.
Y es que el régimen de Nicolás Maduro no solo restringe a las empresas el acceso a las divisas para poder producir, además obliga a que los comerciantes utilicen sus propias divisas para importar productos que deben vender más caros pero a la hora de hacerlo son sancionados con una rebaja impuesta que solo les trae pérdidas. Ser empresario en Venezuela pareciera ser un oficio de alto riesgo.
La ONG Cedice Libertad, también reaccionó ante la medida obligatoria de rebajas en los precios y calificó la acción como una “orden arbitraria”; asegura que “es un paso más para perpetuar la distorsión económica y así utilizar el hambre como mecanismo de control de la ciudadanía”.
#COMUNICADO | La orden arbitraria de bajar precios en supermercados
es un paso más para perpetuar la distorsión económica y así utilizar el hambre como mecanismo de control de la ciudadanía. #7Ene #CediceObserva #TuPropiedad pic.twitter.com/IKLjFuZWqH— Cedice Libertad (@CEDICE) January 7, 2018
Y es que con el exceso de controles, el socialismo en Venezuela ha cobrado la vida del 60 % de los comercios.
De acuerdo con el Consejo Nacional del Comercio y los Servicios de Venezuela (Consecomercio), de cada 10 empresas que hace cinco años estaban abiertas, hoy en día solo cuatro sobreviven.
Los comerciantes no cuentan con los fondos suficientes para pagar los sueldos de sus trabajadores, debido a que el régimen aumenta unilateralmente los salarios, pero impide que se aumenten los precios de los pocos productos que hay en el mercado.
La crisis se profundiza aún más porque los empresarios pasan meses sin adquirir las divisas necesarias para importar materia prima que serviría para producir o productos para comercializar; sin embargo, el régimen los ha obligado a acudir al mercado del dólar paralelo, lo que hace que sea más costoso y difícil mantener los negocios.
De acuerdo con el Consejo Nacional del Comercio y los Servicios de Venezuela (Consecomercio), de 800.000 empresas existentes en Venezuela antes de que llegara Hugo Chávez al poder (1999), solo quedan 230.000, lo que significa la “muerte” de al menos 570.000.
Expertos aseguran que la economía en Venezuela ha retrocedido 50 años en cuanto a ingreso per cápita y en oferta de bienes y servicios, mientras que países de la región crecen y mejoran.
De acuerdo con el economista y profesor del Instituto de Estudios Superiores de Administración (IESA), José Manuel Puente, la política de control de precios y de cambio es “uno de los pecados capitales” cometidos por el chavismo durante estos 18 años, cuyas consecuencias son una disparada inflación y un tipo de cambio paralelo que supera 2.800 veces al dólar oficial.