Con el paso de los días al régimen de Nicolás Maduro le es cada vez más difícil seguir engañando al país y al mundo con un supuesto bloqueo económico que le impide adquirir medicinas y alimentos, pero no comprarle petróleo a Rusia para enviarlo a Cuba.
Nicolás Maduro ha afirmado hasta el cansancio que una supuesta “guerra económica” no le permite comprar medicamentos para la población de ese país, pero al mismo tiempo adquiere crudo ruso para cumplir sus compromisos con el régimen de Cuba. ¿Por qué el mandatario de Venezuela no compra entonces medicamentos a Rusia?
Y es que este martes 26 de junio se conoció que en el Caribe un tanquero pudo descargar crudo ruso comprado por la estatal venezolana PDVSA para ser enviado a Cuba.
En mayo se informó que la petrolera estatal venezolana PDVSA compró cerca de US$ 440 millones de dólares en crudo extranjero para enviarlo directamente a Cuba en con condiciones crediticias blandas, que a menudo implican pérdidas.
La millonaria compra se hizo a pesar de que la dictadura venezolana sostiene que la falta de alimentos y medicamentos en el país suramericano se debe a las sanciones internacionales impuestas por Estados Unidos, Canadá, el Grupo de Lima y la Unión Europea.
El exministro de Salud, Luis López, también había denunciado que supuestamente la banca internacional bloqueó una transacción de siete millones de dólares destinados a la compra de insumos del tratamiento de diálisis para 15 mil pacientes; sin embargo nunca mostró pruebas de dicha afirmación.
Entonces, cómo es que el régimen de Maduro no puede comprar medicamentos, pero si puede comprar petróleo para cumplir con Cuba, o cómo es que no compra insumos a Rusia “aprovechando” sus relaciones comerciales.
Las mismas dudas surgen luego de que el pasado mes de mayo, Venezuela enviara ayuda humanitaria a la Isla, tras las consecuencias del paso de la tormenta Alberto.
Desde el Aeropuerto Internacional de Maiquetía, el ministro de Interior y Justicia Néstor Reverol junto con autoridades cubanas, anunció el envío de alimentos, colchones, entre otros insumos para la isla caribeña.
Mientras en el país suramericano cientos de venezolanos fallecen por la escasez de medicamentos y otros miles se alimentan de la basura por la crisis económica, el régimen de Maduro inventa excusas para que la población continúe sumida en la miseria.
Para Venezuela y el mundo no es un secreto que el país enfrenta una crisis humanitaria sin precedentes, enmarcada en la escasez de alimentos y medicamentos, única en su historia.
En el país petrolero, las enfermedades, el hambre y la insalubridad ganan terreno, diezmando a las familias más pobres, a los niños, ancianos, enfermos y comunidades indígenas.
El Estatuto de Roma, instrumento constitutivo de la Corte Penal Internacional, señala puntualmente lo que considera como crímenes de lesa humanidad. Los funcionarios del régimen de Nicolás Maduro cumplen con todos los requisitos para ser juzgados en La Haya.
En la nación gobernada por Maduro cientos de venezolanos han muerto por no contar con los medicamentos necesarios para cumplir con sus tratamentos, mientras que cientos de niños sufren desnutrición y están a punto de perder sus vidas; la razón: la dictadura impide la apertura de un canal humanitario con la vil excusa de que existe la posibilidad de una supuesta “intervención extranjera”.
Pero la verdad es que en el país suramericano no existe una “guerra económica”, por el contrario, lo que existe es una serie de controles de precio y de cambio que impiden el buen funcionamiento de la economía venezolana.
Tras casi 20 años de “revolución” chavista en Venezuela, la devaluación del bolívar ha sido histórica, la producción petrolera ha caído a sus niveles más bajos, la hiperinflación es la más alta del mundo, y llevó al cierre de más de 600 mil empresas.
“Hablar de guerra económica en Venezuela es una excusa que tiene el gobierno de Maduro, y ya peca en ser sinvergüenza, porque los venezolanos saben que no hay guerra económica en el país. Al final es burlarse de los venezolanos, este es un gobierno que vive de las excusas y que culpa a otros de la misma crisis que este ha generado”, señaló el economista Luis Oliveros en una entrevista para PanAm Post.