
El régimen de Nicolás Maduro en su intento por seguir apropiándose de la propiedad privada planea arrebatarle a los industriales el 70 % de la producción de al menos 50 rubros.
De manera extraoficial se conoció que el Gobierno de Venezuela mantuvo una reunión con industriales y productores a quienes les informó no solo sobre la acentuación del control del precios, sino que además los amenazó con quedarse con la mayoría de lo que estos empresarios producen.
De acuerdo con el portal web independiente La Patilla, fue el vicepresidente para el Área Económica, Tareck El Aissami, el encargado de advertir a los empresarios la mala noticia de que está dispuesto a apropiarse de lo poco que se produce en el país suramericano.
Una reunión que solo dejó como certeza que se vienen más amenazas al sector privado, más controles de precios y de la producción.
“Imagínese la corrupción que incentivará que el Gobierno controle aún más cantidad de la producción de los privados. Habrá más escasez y más bachaqueo. Una auténtica bomba: hiperinflación y escasez”, dijo uno de los asistentes a la reunión que prefirió mantenerse en anonimato.
Y es que recientemente, y tras el fraude electoral en Venezuela, el régimen de Nicolás Maduro intensificó sus intenciones de apropiarse de lo que producen pequeños y medianos agroindustriales.
Este mismo mes de junio Maduro tomó ocho mercados municipales e intervino 21 más; fue la primera tarea del exvicepresidente de Venezuela, Tareck el Aissami, como ministro de Industrias y Producción Nacional.
La toma de los mercados populares no se quedará ahí. Maduro ya anunció que ocupará otros 68 establecimientos.
Víctor Maldonado, director de la ONG Cedice Libertad, exdirectivo de la Cámara de Comercio e Industria de Caracas, y analista político señaló para PanAm Post que con este anuncio se están creando las condiciones de un quiebre absoluto en Venezuela porque “es imposible mantener un mínimo de rentabilidad si 7 de cada 10 unidades de producción son confiscadas por el Gobierno”.
“Yo creo que el Gobierno haciendo lo mismo que ha hecho en los últimos años lo único que va a lograr es la multiplicación de la crisis. El hecho de seguir insistiendo en un intervencionismo ruinoso, el hecho de violentar los derechos de propiedad, y querer apropiarse por la vía de hecho así como si nada del 70 % de la producción, es parte de su propia condición terminal y además de una incomprensión de lo que ellos mismos han provocado”, señaló Maldonado.
Además resaltó que “Efetivamente uno no nota en el Gobierno ningún propósito de enmienda, no hay nadie del Gobierno que entienda de economía libre, lo que hay es una banda criminal incapaz de resolver los problemas del país e incapaz de entender que sin la libre empresa aquí no hay ninguna alternativa al hambre”.
Maldonado señaló que si el régimen de Maduro mantiene la política de expoliar la propiedad privada llegará un momento en el que no habrá productos a disposición de los ciudadanos.
“Aquí ha ocurrido una especie de destrucción masiva de la capacidad empresarial que se expresa en el número de empresas que ha desaparecido, y que se refleja también en la caída brutal del producto interno bruto (PIB)”, explicó.
El especialista explicó que desde la llegada del socialismo de Hugo Chávez, en Venezuela han cerrado más de 660.000 empresas.
“Ya no quedan industrias manufactureras, uno se pasea por el país y sabe que no se está sembrando. Ya no quedan suficientes unidades comerciales como para atender el incremento de la población económicamente activa; la verdad es que estamos en una condición de quiebre absoluto”, señaló.
“Cuando cerramos el siglo XX nosotros teníamos unas 700.000 empresas de las cuales habían unas 11.000 manufactureras. En este momento quedan menos de 3.000 empresas manufactureras y este año podría cerrar un tercio de ellas. De esas 700.0000 no quedan más de 40.000 porque la caída del PIB es brutal, porque no hay consumo, porque no hay capacidad de compra, por la hiperinflación”, explicó.
“Lo único que vamos a tener con este anuncio de Tareck es más hiperinflación, menos empresas y lo que ya están viviendo los venezolanos, no hay comida suficiente y cuando se consigue no se puede comprar. El Gobierno quiere quitar lo que escasamente todavía se puede producir y eso quiebra a las empresas. La gente que sabe que lo que está vendiendo no lo puede reponer, que lo que repone va a tener que ponerle otros precios, prefiere cerrar antes de que el Gobierno llegue y produzca una ruina descontrolada”, sentenció.