“Se avecina una crisis diplomática inédita entre Ecuador y Venezuela” tras más de 10 años de apoyo al chavismo, así lo afirmó para el PanAm Post Kenneth Ramírez, presidente del Consejo venezolano de Relaciones Internacionales y profesor de la Escuela de Estudios Internacionales de la Universidad Central de Venezuela.
El presidente de Ecuador, Lenín Moreno, está a punto de cambiar su política exterior en relación con Venezuela tras advertir a Nicolás Maduro que “no lo provoque”.
Tras más de diez años en que Ecuador ha apoyado al chavismo en Venezuela, pareciera que la situación entre ambos países está en su peor momento y se tensa cada vez más, pues recientemente Nicolás Maduro ofreció declaraciones que el mismo Moreno consideró como una violación al principio diplomático de “no injerencia”.
He sido siempre respetuoso con la institucionalidad de los países hermanos, especialmente de Venezuela y Bolivia. Exijo lo mismo para Ecuador.
A diferencia de los últimos años, hoy hay libertad, respeto y autonomía de la Justicia y todas las funciones del Estado. pic.twitter.com/XGCBeg8qyq— Lenín Moreno (@Lenin) July 4, 2018
Ramírez explicó al PanAm Post que Moreno decidió tener perfil propio y “no ser el títere de Rafael Correa”, y ante eso empieza a manifestarse contundentemente contra una posible injerencia por parte de Venezuela.
“Frente al ataque ya frontal que le ha hecho Maduro de criticar la justicia ecuatoriana, Moreno decide responder contundentemente. Creo que la política exterior ecuatoriana ha tenido un reposicionamiento gradual producto de un entorno regional más difícil y, sobre todo, frente al reciente ataque de Maduro”, señaló el internacionalista.
“En la medida que Nicolás Maduro siga en esta línea de defender a Rafael Correa, evidentemente lo que podemos esperar es que las críticas y posiciones de Ecuador suban de nivel como respuesta. Están en su peor momento las relaciones entre Ecuador y Venezuela (…) Podría ser una crisis diplomática inédita en la última década entre ambos países”, agregó.
Y es que el mandatario ecuatoriano fue enfático al referirse a Maduro: “que no provoque porque también sabemos hacerlo de otra manera”, señaló.
“Somos un país de paz, somos un país tolerante, estamos actuando reactivamente con respecto a temas internacionales, por respeto y tolerancia, pero la tolerancia tiene un límite y, por favor, que no lo rebasen”, afirmó el mandatario ecuatoriano.
Las declaraciones del jefe del Estado se producen después de que Maduro pidiera el “cese de la persecución” contra el expresidente Rafael Correa, requerido por la justicia ecuatoriana en relación con un caso de secuestro de un exlegislador opositor.
Lenín Moreno, “la pieza” que falta contra Maduro
Ante la tensión diplomática entre ambos países, Mariano De Alba, especialista en derecho internacional e internacionalista, señaló la importancia de que Ecuador empiece a tomar posición contra el régimen de Maduro.
“Me parecen positivas las decisiones y posiciones que está tomando el Gobierno ecuatoriano. Su plena incorporación en el esfuerzo internacional para buscar salidas a la crisis en Venezuela sería muy relevante”, señaló.
El especialista explicó además que “por su posición ideológica, el Gobierno de Moreno puede reforzar las sanciones y medidas tomadas por otros países”.
Agregó que el mandatario ecuatoriano podría ayudar a tender puentes con algunas figuras de izquierda que por tradición se han aliado a Venezuela y que estén dispuestas a ayudar a buscar una salida a la crisis.
“Ecuador podría influir sobre el Gobierno de Bolivia, Uruguay, República Dominicana, sobre el futuro Gobierno de México y en varios países del Caribe”, sentenció.
Más indicios de una inminente ruptura
Pareciera que Moreno se está hartando de Maduro, pues recientemente también se refirió a Venezuela como una “estrambótica democracia”.
Reconoció que el régimen chavista impide la participación de la oposicion “con una posibilidad limitada de la observación internacional”. Agregó: eso no está dentro de lo que nosotros consideramos la norma de la democracia.
Asimismo, no es la primera señal de que Ecuador empieza a torcerse a favor de la lucha contra la dictadura en Venezuela, y aunque se ha tardado un poco, pareciera inminente la ruptura entre Maduro y Moreno.
Fue el pasado jueves 5 de julio cuando el mismo Parlamento ecuatoriano aprobó debatir la crisis humanitaria en Venezuela. La mayoría de los legisladores mostraron su respaldo para que el Ejecutivo dé un paso hacia la visibilización de ese problema que aqueja a toda la región.
Además, como es de conocimiento público, el Gobierno de Estados Unidos ha levantado la bandera de lucha contra la dictadura en Venezuela, y ante esto también ha empezado a presionar a Ecuador para que “haga más” en relación con el régimen de Maduro.
A raíz de una reunión que mantuvo Mike Pence, vicepresidente de EE. UU., con Moreno, se ha visto un leve cambio de Ecuador frente al régimen de Venezuela.
Tras las fraudulentas presidenciales de mayo en este país, Moreno expresó por primera vez su preocupación por la situación en esa nación y rechazó “enérgicamente” las muertes ocurridas en las protestas contra el régimen de Maduro.
Asimismo durante la Asamblea General de la OEA, que se llevó a cabo el pasado 6 de junio, Moreno decidió abstenerse y no votar a favor del régimen de Maduro en una discusión histórica donde se repudió a la dictadura en Venezuela y la violación a los derechos humanos cometidos por esta.