Tras la severa crisis económica que enfrenta Venezuela, Nicolás Maduro inició un viaje a China para presuntamente seguir endeudando al país suramericano con nuevos e ilegítimos créditos internacionales.
Maduro señaló en cadena nacional que se trata de una visita “llena de grandes expectativas”; sin embargo expertos aseguran que se trata de un nuevo préstamo chino de 5.000 millones de dólares con el que el régimen seguirá hipotecando las “arcas” del país suramericano.
China es el FMI de Venezuela, $5.000 millones no resuelve ningún problema pero junto con la extensión del período de gracia le da un oxígeno importantísimo al gobierno.
— Luis Oliveros (@luisoliveros13) September 12, 2018
De acuerdo con el portal web Ecoanalítica, las negociaciones entre el régimen venezolano y China han avanzado; no solo se trataría de un mil millonario préstamo, sino además de un acuerdo para pagar con seis meses extra la deuda.
El economista Asdrúbal Oliveros, socio y director de Ecoanalítica, comentó que estas negociaciones le darían más tiempo a Nicolás Maduro. Al parecer el nuevo acuerdo bilateral también incluirá un documento de “cooperación energética”.
“Maduro gana tiempo, pues para un régimen que ha aprendido a vivir con lo poco (en términos de divisas) este auxilio de China, de concretarse, le da respiro por un buen tiempo”, señaló.
Pero toda deuda asumida por Maduro es completamente ilegal, debido a que la Constitución de Venezuela establece que la misma debe ser aprobada por la Asamblea Nacional.
El economista y diputado Ángel Alvarado calificó dicho endeudamiento como “írrito” y señaló que “no será reconocido por la República en el futuro”.
Le recordamos al gobierno de China ?? que todo contrato de interés público requiere aprobación parlamentaria, incluido el endeudamiento.
Si no pasa por la AN ese endeudamiento es “irrito” y no será reconocido por la Republica en el futuro.
— Angel Alvarado (@AngelAlvaradoR) September 12, 2018
No es la primera vez que China rescata a Nicolás Maduro con un crédito de este tipo, otorgándole “oxígeno” para mantenerse en el poder.
El pasado mes de julio el régimen de Nicolás Maduro logró que China le concediera un nuevo crédito por USD $5.000 millones para supuestamente “rescatar la producción petrolera en Venezuela”.
Hasta el momento se desconoce qué sucedió con ese crédito y cómo fue “invertido”; sin embargo, se trató de una especie de “salvavidas” para Maduro, quien bajo su gestión logró reducir la producción y exportación de crudo a mínimos históricos.
Y es que China se ha convertido en el principal socio financiero de Venezuela, concediendo préstamos por más de USD $60.000 millones en los últimos 10 años. Venezuela paga esos créditos con envíos de crudo.
Un círculo vicioso
Se trata de un nuevo “rescate” de China para el régimen de Maduro, logrando acuerdos con los que endeuda e hipoteca aún más a Venezuela sin la capacidad de cumplir con los pagos.
En noviembre de 2016 se conoció que Maduro firmó otro acuerdo con China para aumentar las exportaciones de crudo. El Gobierno de Venezuela y la Corporación Nacional de Petróleo de China (CNPC) acordaron un plan de inversión por USD $2.200 millones que, supuestamente, permitirían elevar la producción petrolera en 277.000 barriles más por día.
También se desconoce qué sucedió con el dinero recibido, ya que actualmente Venezuela produce solo 1,36 millones de barriles diarios, la cifra mínima a la que ha llegado en toda su historia petrolera. Además, se le está dando prioridad al pago de las deudas con China, Rusia y Cuba.
Maduro sabe que tiene la “soga al cuello” ante China, pues en varias oportunidades el país asiático ha amenazado con dejar de ayudar a Venezuela ante el incumplimiento de los acuerdos binacionales.
De hecho, en mayo de 2018 a Venezuela se le había vencido el período de gracia que China le había otorgado para que pagara la descomunal deuda de más de USD $20.000 millones. En esa oportunidad, la potencia asiática dejó claro que no ofrecería ningún alivio a Maduro si no empezaba a pagar lo adeudado.
Se desconoce además qué fue lo que hizo cambiar de parecer a China luego de que demandara a PDVSA por deudas pendientes en 2017, sobre todo luego de que se conociera que el país asiático frenó la cartera de créditos con el régimen de Maduro.
Las relaciones entre China y Venezuela iniciaron formalmente en 2007, cuando el expresidente Hugo Chávez, luego de arduos procesos de negociación, creó el Fondo Conjunto Chino-Venezolano, un acuerdo de cooperación económica y préstamos.