
Un desesperado Nicolás Maduro decidió enviarle un mensaje de “negociación” al mandatario estadounidense Donald Trump, quien con sanciones económicas y migratorias ha logrado “ahorcar” a la dictadura en Venezuela.
Maduro, que siempre ha mostrado repudio a la prensa internacional y que a lo largo de los años ha impedido el acceso a la prensa independiente en Venezuela, decidió acercarse a través de cercanos funcionarios a la cadena estadounidense FOX para pedirle una entrevista y hacerle llegar un mensaje a Trump.
La entrevista estuvo en manos de la periodista María Elvira Salazar, quien, a su juicio, calificó el mensaje enviado como uno de desesperación.
“La realidad es que aquí hay un grito desesperado de parte de ellos hacia Trump, diciéndole ‘queremos sentarnos, porque sabemos que económicamente están estrangulados’”, explicó la periodista.
Un Maduro desesperado le envía un mensaje a Donald Trump para dialogar. La entrevista al canal estadounidense, Univisión, habría sido solicitada por el equipo de comunicación de Nicolás Maduro, indicó la periodista @MaElviraSalazar . Video: @Univision23. pic.twitter.com/FhT86rFsi4
— Gregory Jaimes (@GregJaimes) January 18, 2019
“Ojala se diera la oportunidad de un diálogo franco, directo, cara a cara, para que usted vea que no es lo que a usted le dicen sus informes, que nosotros somos de verdad; que nosotros somos gente con la que usted puede hablar, negociar, entender y acordar. Esas son las palabras que yo le transmitiría al presidente Donald Trump”, manifestó Maduro.
“Mis respetos a los Estados Unidos. Tenemos diferencias históricas. Tenemos diferencias de criterio. Tenemos diferencias políticas. Nosotros tenemos nuestro carácter, nuestra fuerza, nuestra forma de ser, pero los diferentes también nos podemos entender”, agregó Maduro.
Además, el dictador de Venezuela se mostró tan desesperado que hasta accedió a recibir en el país a Mike Pompeo, secretario de Estado de Estados Unidos, sobre el cual Trump ha encargado coordinar esfuerzos contra Maduro en Latinoamérica.
https://twitter.com/MaElviraSalazar/status/1085992608302813184
Las declaraciones de Maduro son transmitidas en momentos en que su régimen se encuentra en “jaque” por las presiones internas y de la comunidad internacional tras su ocupación ilegítima de la Presidencia. Además, surgen en medio de una alianza estratégica entre los presidentes de Brasil, Jair Bolsonaro, de Colombia, Iván Duque, y Estados Unidos, Donald Trump que acordaron acabar con la dictadura en Venezuela.
De hecho, este jueves 17 de enero Bolsonaro emitió unas fuertes declaraciones donde afirmó que “la solución para Venezuela llegará pronto”: “Le pedimos a la gente que se resista y tenga fe, porque creo que pronto habrá una solución”, dijo el mandatario en un video en el que se encontraba junto al presidente del Tribunal Supremo de Justicia en el exilio.
Continuaremos haciendo todo lo posible para restablecer el orden, la democracia y la libertad allí.
Y es que Duque y Bolsonaro, junto a Trump, son los presidentes de la región con la capacidad de decidir qué pasará en Venezuela. En primer lugar porque Brasil y Colombia son los principales afectados por el impacto migratorio; mientras que Estados Unidos ve amenazada su seguridad por la intromisión de China, Rusia y grupos terroristas como Hezbolá, FARC y el ELN con el auspicio de la dictadura chavista.
A esta trilogía de mandatarios dispuestos a recuperar la democracia en Venezuela, se suman los países del Grupo de Lima y, sobre todo, Argentina, Paraguay y Perú que ya emitieron sanciones contundentes contra la dictadura.
La Unidad de Información Financiera de Argentina envío una circular a todos los bancos, entidades financieras y escribanías calificando como riesgosas todas las operaciones vinculadas con funcionarios y empresas relacionadas con el régimen de Maduro.
La circular menciona expresamente a casi 100 funcionarios, familiares y allegados y 24 empresas del Estado, con participación estatal o vinculadas a funcionarios.
Paraguay, por su parte, decidió romper relaciones diplomáticas con Venezuela y ordenó a su Banco Central emitir medidas financieras contra el régimen.
Perú dio a conocer también la lista de 100 funcionarios y cómplices del régimen chavista que no podrán ingresar al territorio del país andino. La lista la encabezan Nicolás Maduro y su esposa Cilia Flores. Asimismo, congeló activos de los miembros del régimen y personas naturales y jurídicas relacionadas con este.
Maduro nunca había estado tan débil
Desde que Maduro decidió adjudicarse la Presidencia de Venezuela tras haberse robado las elecciones, sentenció su ilegitimidad, por lo que, según la Constitución, el poder de este país ahora lo asume el presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó.
El presidente del Parlamento es hoy el único líder legítimo del país, y se juramente o no, ya inició acciones para el proceso de transición. Queda en manos de la comunidad internacional reconocerlo y en las Fuerzas Armadas cumplir con su papel.
Una docena de países latinoamericanos reunidos en el Grupo de Lima no solo desconoció la reelección de Maduro para un segundo sexenio, sino que instó a que le entregara la presidencia a Guaidó y se convocaran nuevas elecciones presidenciales.
Algunos mandatarios de la región, como Mauricio Macri de Argentina, Sebastián Piñera de Chile e Iván Duque de Colombia, y el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, han sostenido conversaciones telefónicas con el jefe del Congreso, hechos que han generado irritación dentro de las filas del oficialismo y demuestran que el único presidente reconocido y legitimado a nivel internacional es Juan Guaidó.
Si la mayoría de los países manifiestan su respaldo y están dispuestos a reconocer a Guaidó como presidente de Venezuela, la situación en el país suramericano podría cambiar. La Fuerza Armada estaría obligada actuar, o en su defecto sería necesaria la participación de la comunidad internacional. Pero para ello la sociedad de ese país tiene el deber de cumplir con la convocatoria del próximo 23 de enero, cuando retomarán las protestas de calle para manifestar su apoyo irrestricto al nuevo presidente del país.