El régimen de Nicolás Maduro emprendió una nueva provocación contra el Gobierno de los Estados Unidos y los países democráticos de la región al permitir que la aerolínea iraní Mahan Air inicie labores en Venezuela, a pesar de haber sido acusada de transportar equipo bélico a zonas de guerra en Medio Oriente.
La aerolínea iraní inauguró este lunes un vuelo directo entre Teherán y Caracas, como parte de los acuerdos bilaterales entre Irán y Venezuela.
¿Estarán llenos de gente o de oro, coltán, bauxita, droga? …Aerolínea iraní Mahan Air inauguró vuelo directo Teherán-Caracas https://t.co/cT62hi966I
— Nicmer Evans (@NicmerEvans) April 8, 2019
El inicio de dichos vuelos se da el mismo día que el Gobierno de Donald Trump calificó a la Guardia Revolucionaria de Irán como organización terrorista.
De acuerdo con investigaciones, la Guardia iraní es la que controla la aerolínea que hoy inició operaciones en Venezuela, y además es conocida como portadora de armas. De hecho, países como Alemania y Francia prohibieron sus vuelos, mientras que Estados Unidos la sancionó en 2011.
Según el portal digital Israel Noticias, la aerolínea iraní “desempeña un papel integral al proporcionar al dictador sirio Bashar al-Assad la mano de obra y las armas para alimentar su esfuerzo bélico”.
En 2018 “Farzin Nadimi, del Instituto de Política para el Cercano Oriente de Washington, evaluó que durante un período de dos meses, el puente aéreo llevó a Damasco 21 000 personas y 5 000 toneladas de suministros” bélicos.
Recuerda el portal digital que en septiembre del año pasado Israel envió una carta al secretario general de la ONU, acusando a Irán de usar aviones de Mahan Air para contrabandear armas al grupo terrorista islamista Hezbolá en el Líbano.
Vuelos sospechosos
No es la primera vez que se descubren vuelos sospechosos entre Caracas y Teherán. Hay que recordar que en 2015 la revista Veja publicó un reportaje en el cual asegura que el vuelo creado para cubrir la ruta Caracas-Damasco-Teherán entre 2007 y 2010 se utilizaba para transportar dinero malhabido, armas, drogas y criminales solicitados por la Interpol.
De acuerdo con testimonios de exfuncionarios venezolanos exiliados en Estados Unidos, el vuelo operado en conjunto por las aerolíneas estatales Conviasa, de Venezuela, e Iran Air “viajaba casi siempre vacío” y se pagaba con actividades ilícitas.
Maduro refuerza relaciones con Hezbolá
Mientras en Venezuela las principales aerolíneas comerciales dejan de operar por falta de divisas e inestabilidad, Mahan Air decide ofrecer sus servicios en el país suramericano de manera sospechosa y, sobre todo, cuando se conoce la estrecha relación entre los regímenes de Hugo Chávez, Nicolás Maduro y el grupo terrorista Hezbolá.
Estados Unidos ha emitido decenas de informes en los que advierte que el país suramericano se ha convertido en una amenaza para la seguridad de la región, tras conocerse las alianzas y cooperaciones por parte del pooder Ejecutivo de Venezuela y líderes del grupo terrorista islámico.
Hezbolá, cuya traducción sería “El partido de Dios”, es una organización que nació en el Líbano en 1982 tras la ocupación israelí, que cuenta con un brazo político y otro armado, y funciona con el respaldo de Irán y del Gobierno sirio de Bashar al-Ássad, actuales aliados y amigos del régimen chavista-madurista. Hezbolá es considerado como un grupo terrorista por la mayoría de los países occidentales.
En el libro Búmeran Chávez se revela, de acuerdo con testimonio de Rafael Isea, entonces viceministro de Finanzas y presidente del Banco de Desarrollo Económico y Social (Bandes), quien estuvo presente en la reunión que se realizó en Damasco en el año 2007, entre Maduro, para entonces ministro de Relaciones Exteriores, y el jefe de Hezbolá, Hassan Nasrallah, líder del grupo terrorista, en la que se firmó un pacto que amparaba actividades de narcotráfico, blanqueo de dinero, suministro de armas y entrega de pasaportes, así como el despliegue de células de esa organización radical chiíta en Venezuela.
Pero hay más pruebas de que el chavismo ha decidido aliarse con el grupo terrorista. Un reportaje del diario ABC de España reveló que entre 2008 y 2012, aproximadamente 173 individuos provenientes de Siria, Líbano, Jordania, Irak e Irán se registraron como ciudadanos venezolanos para facilitar su participación en el negocio del narcotráfico y ayudar en el transporte de la droga.
En 2015 un funcionario del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC), identificado como Misael López Soto, quien supuestamente fue consejero de la embajada venezolana en Irak, confesó que fue testigo de que el Gobierno venezolano entregó documentos diplomáticos a terroristas del Medio Oriente.
López explicó que empleados de la embajada venden visas, pasaportes, cédulas de identidad y certificados de nacimiento venezolanos a personas de dichos países, que pagan entre USD 5.000 y USD 15.000.
Las declaraciones de López Soto coinciden con las capturas de ciudadanos a quienes se les han encontrado pasaportes venezolanos. En 2003 fue detenido Hasil Mohammed Rahaham-Alan, quien viajaba con un presunto pasaporte venezolano, llegó en un vuelo de British Airways al aeropuerto de Heathrow, muy cerca de Londres. Su vuelo partió de Caracas e hizo escalas en Colombia y Barbados. Con él llevaba una granada en su equipaje, lo que ameritó la evacuación del terminal y el movimiento de militares.
En 2008 el Departamento del Tesoro de Estados Unidos, emitió un comunicado en el que aseguró que “es extremadamente preocupante ver que el Gobierno de Venezuela emplea y provee refugio a facilitadores y recaudadores de fondos de Hezbolá”.
Esto porque Ghazi Nasr al Din, quien estuvo solicitado por la Interpol, sirvió, supuestamente, como encargado de Negocios de la Embajada de Venezuela en Damasco, Siria, y posteriormente fue nombrado Director de Aspectos Políticos de la Embajada de Venezuela en el Líbano. Actualmente aparece en el Consejo Nacional Electoral como elector desde Damasco (Siria).
Según la revista brasileña Veja, fuentes declararon en 2015 que Nasr al Din presuntamente mantenía una red de fabricación y distribución de pasaportes venezolanos auténticos que eran proporcionados para ocultar las verdaderas identidades de los terroristas.
El Centro para una Sociedad Libre Segura (SFS, por sus siglas en inglés), con sede en Washington, publicó en 2014 un trabajo titulado: Canadá en guardia: evaluando la amenaza de Irán, Venezuela y Cuba a la seguridad inmigratoria. Allí los autores aseguran que Venezuela emitió al menos 173 pasaportes venezolanos a islamistas radicales que buscaban entrar a Norteamérica.
Los autores de este informe vinculan a Tareck El Aissami, quien estuvo al frente del Ministerio de Interior entre 2008 y 2012, y presuntamente habría creado una red de lavado de dinero para encubrir el financiamiento a grupos extremistas del Medio Oriente. Además, aseguran que durante años El Aissami ha estado ingresando terroristas iraníes a Venezuela