
El dictador cubano, Raúl Castro, decidió abandonar su retiro oficial de la política para aferrarse a Nicolás Maduro y dejar claro ante el mundo que seguirá apoyando al régimen venezolano hasta el final. Una demostración más de la total dependencia entre ambas dictaduras.
Castro anunció que llegará hasta las últimas consecuencias para sostener a Maduro en el poder, pues sabe que de caer la dictadura en Venezuela la estabilidad de su régimen estaría en peligro.
“Nunca abandonaremos el deber de actuar en solidaridad con Venezuela. No renunciaremos a ninguno de nuestros principios y rechazamos todas las formas de chantaje”, dijo Castro.
Las declaraciones del dictador pueden calificarse como un reto al Gobierno de Estados Unidos, sobre todo luego de que el almirante Craig Faller, al mando del Comando Sur de Estados Unidos, asomara que si Maduro sigue en el poder a final de año, la crisis se profundizará y quizás podrían intervenir.
Así como el discurso de Estados Unidos se recrudeció ante la posibilidad de una intervención militar en Venezuela, el régimen cubano también sale a flote para manifestar su respaldo irrestricto a Maduro.
Castro también dijo que a pesar de la crisis en Venezuela y de las sanciones de Estados Unidos, la economía de la isla no regresará a la crisis conocida como el Período Especial que siguió al colapso de la Unión Soviética.
Y es que Cuba solo depende del petróleo venezolano para mantener sus finanzas. Mientras que a cambio, envía médicos cubanos, asesores militares y de inteligencia para sostener al usurpador Maduro. Castro sabe que al caer Maduro pierde su sustento económico, por lo que prefiere “pelear” hasta la muerte.
Entre 40 000 y 50 000 barriles de petróleo venezolano van a Cuba diariamente, lo que significa que la Maduro le está regalando entre 2 500 000 y 3 200 000 dólares al día, pese a que la producción petrolera venezolana ha caído más del 60 % en años recientes. El subsidio económico de Venezuela llegó en su cúspide a representar cerca del 12 % del producto interno bruto de la isla. Algunos estiman que, en aproximadamente quince años, Venezuela le ha subsidiado a Cuba 35.000 millones de dólares en petróleo.
“La dominación de Venezuela por Cuba es un problema real y no podremos revertirlo si los países democráticos no lo entienden y orientan su presión también hacia La Habana. Quienes hablan de promover una negociación deben entender que hay que involucrar al expresidente cubano Raúl Castro y su cúpula. Contra ellos deben continuar las presiones y sanciones de la comunidad internacional”, dijo el opositor exiliado Julio Borges sobre la importancia de sancionar a la isla.
Sus declaraciones coinciden con Hugo “Pollo” Carvajal, mayor general retirado de la Fuerza Armada Nacional (FAN), reconocido por haberse desempeñado como director de la Inteligencia Militar de Venezuela, quien señaló que el control de Cuba sobre Venezuela “es más férreo de lo que imaginan”.
Para Carvajal la única manera de lograr la caída de Maduro es acabando con los funcionarios cubanos que se infiltraron en la Fuerza Armada de Venezuela y en el entorno de la dictadura.
Carvajal, quien decidió retirarle su respaldo a Maduro y entregar pruebas al presidente Juan Guaidó sobre la masiva presencia de cubanos adentro del régimen, reveló que la Fuerza Armada de Venezuela está “secuestrada” por el sistema de “tortura y terror”.
Carvajal ha advertido que para recuperar el control de la Fuerza Armada “habría que desmontar el aparato de inteligencia cubana y los mecanismos de control que mantienen en la estructura gubernamental” de Venezuela.
Y es que la presencia de cubanos en Venezuela y al interior de la Fuerza Armada es amplia y conocida. Hay que recordar que en 2018 el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, estimó que por lo menos 22 000 cubanos “se infiltraron en el régimen venezolano” para mantener a Maduro en el poder.
El pasado domingo 24 de febrero, el secretario de Estado de EE. UU., Mike Pompeo, aseguró que agentes cubanos son los que “dirigen ataques contra el pueblo de Venezuela en nombre de Maduro”.
Lo mismo denunció el 23 de febrero el senador republicano Marco Rubio, quien aseguró que tras haber interceptado comunicaciones descubrieron que los agentes cubanos son los que dirigen las acciones represivas en la frontera.
Un reportaje del PanAm Post publicado por la periodista Josefina Blanco, revela las pruebas de la presencia militar cubana en las Fuerzas Armadas venezolanas.
Una información oficiosa publicada por Foresightcuba –que se dedica a presentar estadísticas sobre la isla–, contabiliza la presencia militar de Cuba en Venezuela de la siguiente forma: 4.500 hombres de infantería cubana organizados en 8 batallones de 500 efectivos, más un batallón estacionado en Fuerte Tiuna; 2 Generales de Brigada (Herminio Hernández Rodríguez y Alejandro Ronda Marrero) (1 en Fuerte Tiuna, otro en Barquisimeto); 4 coroneles (Rodrigo Hernández Maite, Rufino Zabaleta Corvino, Jaime Freitas Sambrano y Simon Guillermo Sénior); 8 tenientes coroneles; 6 capitanes de fragata y 25 oficiales subalternos.
El pasado 30 de noviembre de 2018, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, también señaló que los cubanos instalados en Venezuela “son un agravante” para Venezuela.