La Agencia de la ONU para los Refugiados advirtió que si la situación en Venezuela no cambia, el flujo de migrantes venezolanos “va a continuar” sin que nada lo detenga. La cifra de exiliados podría superar los seis millones.
Filippo Grandi, jefe de Acnur, advirtió sobre la gravedad de la crisis humanitaria en Venezuela que día a día obliga a miles de ciudadanos a dejar su país; una situación que afectará aún más a los países de la región y podría llegar a colapsar.
El Alto Comisionado de la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur), Filippo Grandi, manifestó este martes en Chile su pesimismo ante la crisis de migrantes venezolanos, si no se produce una solución política en el país. #TVVNoticias #TVVenezuela pic.twitter.com/THxncLYJmT
— TVV Noticias (@TVVnoticias) August 14, 2019
El pasado martes 6 de agosto, el canciller peruano Néstor Popolizio criticó a la comunidad internacional por no actuar de manera solidaria y financiera en relación con la migración venezolana. El canciller señaló que a pesar de la gravedad de la crisis, el mundo no ha ayudado lo suficiente a los países receptores.
Sin embargo, la situación puede empeorar. El chavismo y la oposición continúan en un diálogo que hasta ahora no ve resultados y que con el paso de los días pareciera no avanzar; entre tanto, son miles los venezolanos que deciden arriesgar sus vidas, salir del territorio y enfrentarse a condiciones precarias en una migración descontrolada.
“Yo no estoy muy optimista” sobre el futuro de la crisis migratoria de Venezuela, afirmó Grandi. “Este flujo va a continuar si no hay una solución política en Venezuela que permita a estas personas regresar a su país”, agregó.
Grandi aseguró que el flujo de migrantes venezolanos en la región es “el más importante” en el mundo en décadas y cifró en más de cuatro millones la cantidad de ciudadanos de ese país que emigraron en los últimos años.
El panorama no es alentador, al mismo tiempo en que Venezuela escasean las soluciones, los países de la región también enfrentan sus propios problemas donde por ejemplo, Argentina podría caer de nuevo en manos de la izquierda, una situación que podría expulsar a migrantes venezolanos que llegaron a ese país en busca de un futuro y que ahora se sienten en un laberinto sin salida.
La situación en Argentina puede predisponer a los miles de venezolanos que pensaban migrar a ese país y que ahora buscarán nuevos rumbos. América Latina puede implosionar con una estampida migratoria.
Según la socióloga Claudia Vargas, profesora de la Universidad Simón Bolívar, el número de migrantes venezolanos distribuidos principalmente en América Latina podría llegar a 6 millones al cierre de 2019.
La migración venezolana es una de las razones por las cuales el rechazo al gobierno de Nicolás Maduro ha escalado en América Latina y el Caribe, ya que se trata de una movilización que no tiene precedentes históricos en la región por su número y flujo constante, puesto que no se mueve en oleadas, como en otros casos que pueden servir de antecedente.
Solo en Colombia, se estima que el costo de atender a los migrantes nacionales equivale a 0,3% del PIB del vecino país, lo que genera una presión muy relevante en las infraestructuras de servicios públicos, sistemas de salud y educativos.
El coordinador del Observatorio de la Diáspora Venezolana, Tomás Páez, señaló para el PanAm Post la necesidad de establecer una estrategia global que “vaya coordinando esfuerzos para evitar que las decisiones en algún país influyan en los restantes”.
“Va a ser necesario crear una estrategia conjunta entre países, igual que va a ser necesario seguir ejerciendo presión para que las cosas cambien en Venezuela, que es la única manera de evitar el fenómeno migratorio”
Ante el incremento de la migración venezolana, la comunidad internacional ha decidido implementar restricciones contra quiénes huyen de la dictadura chavista.
Si bien es cierto que las naciones han optado por implementar medidas migratorias, es importante reconocer que, por otro lado, han flexibilizado el ingreso de los venezolanos, pues muchos de estos países ahora aceptan pasaportes vencidos teniendo en cuenta la dificultad que tienen los viajeros para adquirir dicho documento en Venezuela.
Las naciones son soberanas y tienen todo el derecho de tomar las decisiones que consideren para proteger a su población, sin embargo, solo están atacando las consecuencias (la migración), y no el problema de raíz (la dictadura de Nicolás Maduro).
De acuerdo con Tomás Páez, la única forma efectiva de frenar la crisis migratoria de venezolanos es que en dicho país cese el socialismo y cambien las condiciones humanitarias.