Ray Fohr, portavoz de la petrolera estadounidense Chevron, informó que debido a los bajos precios del petróleo “se han ajustado los gastos” en empresas mixtas no-operadas por la empresa en Venezuela.
El portavoz aclaró que las operaciones se mantienen en el país suramericano y que aún esperan que Estados Unidos les renueve la licencia para continuar. “Las actividades de Chevron en Venezuela se mantienen en cumplimiento con todas las leyes y regulaciones pertinentes”, señaló.
“Debido a los bajos precios del petróleo, se han ajustado los gastos, incluyendo la optimización de contratos y compras, en las empresas mixtas no-operadas por Chevron en el país. En estos momentos difíciles, nos concentramos en mantener la seguridad de las operaciones y brindar apoyo a las más de 8 800 personas que trabajan con nosotros y a sus familias”, agregó Fohr. “Nuestro legado en Venezuela se remonta a la década de 1920 y estamos esperanzados en que la Licencia General 8E se renueve para continuar con nuestra larga historia constructiva en el país”, sentenció.
Licencias penden de un hilo
El Gobierno de Donald Trump estaría listo para no extender las licencias que les permite a cinco petroleras estadounidenses seguir operando en Venezuela. Esto con el objetivo de presionar más al régimen de Nicolás Maduro y aumentar las sanciones contra su tiranía.
Un reportaje de la agencia de noticias Bloomberg reveló que «es cada vez más improbable que Estados Unidos extienda nuevamente a Chevron una exención» para seguir operando en el país suramericano.
La licencia, que ha sido renovada en cuatro oportunidades, les permitía a empresas como Chevron seguir operando en el país suramericano durante tres meses más. Al parecer, los permisos expirarán el próximo 22 de abril. «Tal decisión marcaría el desmoronamiento de las operaciones de Chevron de casi un siglo en el hogar de las mayores reservas de petróleo del mundo», señala Bloomberg.
Una fuente ligada al campo petrolero le dijo al PanAm Post que hasta ahora la renovación de licencias presuntamente se había dado considerando «no ceder a poderes como Rusia o China que se expandirían en Venezuela».
«Hay personas dentro de la administración de la Casa Blanca que piensan que es algo crítico e importante tener compañías norteamericanas en Venezuela para no ceder esos espacios a empresas rusas o chinas, pero también hay quiénes consideran que hay que aplicar una máxima presión para forzar un cambio en el país suramericano», señaló.
Recientemente la petrolera rusa Rosneft vendió sus activos en Venezuela al Gobierno de Vladímir Putin para escaparse de las sanciones internacionales.
Que el Estado ruso ahora tenga propiedad exclusiva de los activos que eran de Rosneft en Venezuela, a través de otra empresa estatal, significa que Putin sigue respaldando a Maduro a pesar de las sanciones, y que no escatimaría en expandir sus operaciones en el país suramericano.
Francisco Monaldi, experto en política Energética en América Latina en el centro de análisis Baker Institute, le dijo al PanAm Post que “los rusos han ido tomando control de la industria petrolera venezolana, sobre todo con las exportaciones, además controlan los dos principales yacimientos de gas y manejan acciones en diferentes refinerías de Venezuela”.