El primer teniente Jairo Rafael Bethermytt Carrillo es el nombre del primer militar que se infiltró en la Operación Gedeón, y que fue pieza clave en el fracaso del plan que buscaba la captura de Nicolás Maduro.
Un reportaje de la periodista Sebastiana Barráez reveló que Bethermytt fue “determinante” en la operación. Según la periodista, su esposa se encuentra en Estados Unidos.
Luego del 30A, Bethermytt permanece detenido 45 días. Luego regresa a la FANB, pero ya no al SEBIN, sino al Fuerte Tiuna; muchos lo veían con recelo porque era indisciplinado, tomador de aguardiente y pregonaba ser muy amigo del GJ Padrino López.https://t.co/n45JL9Icaf
— Sebastiana Barráez (@SebastianaB) May 12, 2020
La periodista Barráez recuerda que el teniente participó en el intento de levantamiento militar liderado por el presidente encargado Juan Guaidó el pasado 30 de abril de 2019: “Fue él quien mantuvo conversaciones telefónicas con el mayor general (Ej) Alexis Rodríguez Cabello, comandante general del Ejército, quien horas después llegó al lugar y disuadió a varios militares para que se entregaran con la promesa que no se tomarían represalias contra ellos”.
Luego del 30 de abril, Bethermytt estuvo detenido por 45 días y tras ser liberado fue reincorporado en el Batallón O’Leary en Fuerte Tiuna. Menos de diez meses después apareció en Colombia diciendo que había desertado, por lo que se unió a la Operación Gedeón.
El teniente se convirtió en “la mano derecha” del capitán Antonio Sequea Torres, líder de la Operación Gedeón, quien también habría sido señalado de doble agente. Bethermytt fue detenido este fin de semana por el régimen de Maduro en un pueblo de origen alemán en Venezuela, llamado la Colonia Tovar. Sin embargo, su detención podría tratarse de una farsa luego de que él mismo presuntamente saboteara la operación.
¿Cómo habría sido saboteada la operación?
La periodista Sebastiana revela además que el capitán Sequea mantenía comunicaciones con Diosdado Cabello, el segundo hombre más poderoso de Venezuela. Quizás por esa razón ya el chavista había informado en marzo sobre la Operación Gedeón.
“Después que la operación se cae, porque el general Alcalá es llevado a los Estados Unidos por la DEA, Sequea dijo que él llevaría a cabo la operación Gedeón y hasta ese momento creíamos que su relación con Diosdado Cabello no influía para que hubiera filtración de información”, dijo a Infobae uno de los militares que no se embarcaron en la operación por problemas de salud.
Por su parte, Guaidó aseguró que la Operación Gedeón fue un montaje de la tiranía chavista y habría sido financiada por “un testaferro”. El Gobierno interino sí habría mantenido contacto con Jordan Goudreau para diseñar la operación con la que se pretendía capturar a Maduro en medio de una insurrección militar, pero la oposición habría desistido de llevarla a cabo. Tras ello, Goudreau la ejecutó dejando como consecuencia unos ocho fallecidos y más de 40 detenidos.
Guaidó ha asegurado que la dictadura ha usado la operación como fachada para asesinar venezolanos: “Maduro tú eres el responsable, sabían de esa operación, los infiltraron y los esperaron para masacrarlos”, indicó la semana pasada.
Desde hace aproximadamente dos meses el régimen de Maduro ya conocía la existencia de la operación. De hecho, Cabello había informado sobre Goudreau y las intenciones de derrocar al régimen.
Detrás de dicha operación también estaba es el exmilitar chavista Clíver Alcalá Cordones, actualmente detenido en Estados Unidos por cargos de narcotráfico. Antes de entregarse al Gobierno de Donald Trump, Alcalá dijo ser el propietario de unas armas incautadas; dijo además que estas pertenecían al “pueblo venezolano”. También arremetió contra el presidente Guaidó, acusándolo de traicionar un contrato firmado donde supuestamente se daría por hecho la Operación Gedeón.
La situación es que Alcalá Cordones ha sido señalado de doble agente, ofreciendo información tanto al chavismo como a la oposición, lo que significaría entonces que desde el primer momento el plan estuvo infiltrado.
Otro indicio de que la operación estuvo comprometida desde el primer momento es el incidente que se dio entre una embarcación militar venezolana y un crucero de turistas de Portugal en abril. El barco naval venezolano terminó bajo las aguas luego de que los militares arremetieran contra el crucero de pasajeros. Ya para ese momento el régimen buscaba mercenarios contra Maduro en el marco de la Operación Gedeón.
Daniel Blanco, periodista especialista en sucesos, informó en una entrevista para PanAm Post que la Operación Gedeón es una realidad a pesar de que muchos actores políticos busquen negarla. Blanco relató que el grupo que buscaba derrocar a Maduro perdió «casi todo el equipo táctico» y además cayeron los dos grupos de asalto. «Parte del fracaso se le debe otorgar a la pobre planificación y el mal entrenamiento. Associated Press incluso reportaba la semana pasada que los militares y mercenarios entrenaban con palos de escoba como si fueran fusiles de asalto», señaló.
Agregó que el plan también habría fallado debido a «la nula seguridad operacional con la que se manejaron. Dando cuanto detalle y secreto pudieron cada vez que hablaban con la prensa», esto en referencia a Goudreau.
«Cualquier militar sabe que en medio de una acción de este tipo no se habla de nada con nadie afuera del círculo. Obviamente acá este no fue el caso. Jordan Goudreau dijo en vivo desde el número de soldados en la operación hasta los puntos por los que ingresarían. Pensando en ganar prestigio como mercenario a costa de las vidas de su equipo», agregó Blanco.