La petrolera estadounidense Chevron Corp no tiene intenciones de abandonar sus operaciones en Venezuela pese a las dificultades políticas y económicas que se presentan.
Aunque la compañía reportó este viernes 31 de julio una pérdida de 8.300 millones de dólares en el segundo trimestre del año, aún se mantiene en el país suramericano y sin planes de que eso cambie.
Un reportaje de la agencia de noticias Reuters informó que “Chevron Corp asumió una pérdida de valor de propiedades en producción de gas y petróleo por 5.600 millones de dólares, incluida toda su inversión en Venezuela, donde era la última gran empresa estadounidense que aún operaba en la industria del crudo”.
Sin embargo, PanAm Post verificó que la compañía aún opera en Venezuela bajo la licencia que Estados Unidos le aprobó el pasado 22 de abril; pero sí se ha visto obligada a recortar gastos por los bajos precios del petróleo.
“Chevron continúa comprometido con su gente, activos y operaciones en Venezuela. El ambiente operativo actual y el panorama en general generan incertidumbres significativas en cuanto a la recuperación de las inversiones de la compañía, lo que conlleva a una discapacidad total. Chevron se mantiene en cumplimiento con las obligaciones contractuales permitidas bajo las sanciones existentes y la licencia general, con la intención de volver a operar con normalidad en su debido momento”, señala un comunicado de prensa emitido este viernes.
El pasado mes de abril Ray Fohr, portavoz de la petrolera estadounidense informó que debido a los bajos precios del petróleo «se han ajustado los gastos» en empresas mixtas no operadas por la empresa en Venezuela.
“Debido a los bajos precios del petróleo, se han ajustado los gastos, incluyendo la optimización de contratos y compras, en las empresas mixtas no operadas por Chevron en el país. En estos momentos difíciles, nos concentramos en mantener la seguridad de las operaciones y brindar apoyo a las más de 8.800 personas que trabajan con nosotros y a sus familias”, agregó Fohr.
Una fuente ligada al campo petrolero le dijo al PanAm Post que la renovación de licencias por parte de Estados Unidos, presuntamente se había dado considerando para “no ceder a poderes como Rusia o China que se expandirían en Venezuela”.
“Hay personas dentro de la administración de la Casa Blanca que piensan que es algo crítico e importante tener compañías norteamericanas en Venezuela para no ceder esos espacios a empresas rusas o chinas, pero también hay quiénes consideran que hay que aplicar una máxima presión para forzar un cambio en el país suramericano”, señaló.
Hay que recordar que la petrolera rusa Rosneft vendió sus activos en Venezuela al Gobierno de Vladímir Putin para escaparse de las sanciones internacionales.
Francisco Monaldi, experto en política Energética en América Latina en el centro de análisis Baker Institute, le dijo al PanAm Post que «los rusos han ido tomando control de la industria petrolera venezolana, sobre todo con las exportaciones, además controlan los dos principales yacimientos de gas y manejan acciones en diferentes refinerías de Venezuela».
Las licencias emitidas por Estados Unidos reducen al mínimo el tipo de actividades que tienen permitidas las compañías estadounidenses en Venezuela, que además de Chevron son Halliburton, Schlumberger, Baker Hughes y Weatherford International.
El crudo venezolano levantado por la empresa en 2019 representaba alrededor del 2 % del total de las exportaciones de crudo del país. La Licencia General 8E de OFAC permite estas actividades de comercialización de crudo solo para pagar gastos relacionados con el mantenimiento de las operaciones.