Uno de los temas de los que más se habla en Colombia por estos días es de la liquidación de Electricaribe, la empresa distribuidora de energía eléctrica que opera en el caribe colombiano. Cuando el superintendente de servicios anunció la liquidación, muchos colombianos que son clientes de la empresa se mostraron alegres con la decisión.
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La distribuidora de energía eléctrica tiene una larga historia de 20 años en los que ha tenido innumerables cuestionamientos, y desde hace cuatro meses había sido intervenida con el fin de evitar un inminente apagón en los departamentos de Atlántico, Bolívar, Cesar, Córdoba, Guajira, Magdalena y Sucre.
Las quejas de los usuarios de Electricaribe son muchas y son graves. La empresa acumula un millón de quejas de clientes que advierten tener que soportar constantes cortes de energía y que, además, ya van decenas de accidentes eléctricos que han causado la muerte de adultos y niños. El mal funcionamiento de la empresa es evidente y la situación es insostenible.
Sin embargo, el debate que se está dando al respecto no tiene el enfoque adecuado. Parece que tanto los políticos como la ciudadanía creyeran que el problema que afrontan los habitantes del caribe colombiano se soluciona simplemente cambiando la empresa encargada de distribuir la energía. De ahí que muchos aplaudan la liquidación de la compañía.
Lo que al parecer nadie se está preguntando en Colombia es: ¿cuál es la causa por la que Electricaribe funciona tan mal?. Lo evidente acá es que el Gobierno nos está contando solo una parte de la historia. En nuestra videocolumna de hoy hacemos un análisis de lo que está ocurriendo con la empresa distribuidora de energía y por qué es incapaz de prestar un buen servicio.
En la videocolumna del PanAm Post analizamos los últimos acontecimientos del mundo iberoamericano desde una óptica liberal. Es presentada por Vanesa Vallejo, economista, miembro del Movimiento Libertario colombiano y columnista del PanAm Post.