Desde hace 27 días los nicaragüenses están en las calles protestando contra el Gobierno de Daniel Ortega, las manifestaciones estallaron después de un anuncio sobre una modificación al sistema de seguridad hecha por el tirano, pero se prolongaron en tanto que la motivación real de la sociedad para salir a las calles es el descontento general con el Gobierno.
Mañana miércoles 16 de mayo con la mediación de la iglesia católica empezará el diálogo entre el gobierno y diferentes grupos que representan a la sociedad civil. La Conferencia Episcopal ha pedido para el inicio de la negociación el cese de la represión y la supresión de los cuerpos paramilitares. Lo segundo no se ha cumplido, pero respecto al cese a la represión, el ejército ya ha hablado.
El sábado que acaba de pasar el ejército de Nicaragua tomó distancia de Daniel Ortega al asegurar que no reprimirá a la población que se manifiesta contra el Gobierno.
“No tenemos por qué reprimir a la población que se manifiesta en las calles. Creemos que el diálogo es la solución para resolver la actual crisis”, aseguró el coronel Manuel Guevara, portavoz del ejército.
Entonces, a Daniel Ortega se le complica la situación, tiene a una sociedad dispuesta a salir a la calle, a pesar de la represión que ya deja entre 55 y 65 muertos, según organizaciones humanitarias. Los grupos empresariales que durante los 11 años consecutivos que lleva ortega en el poder, lo habían apoyado, hoy también se hacen a un lado y lo dejan solo.
Además soporta el golpe más fuerte el golpe más fuerte, el que le acaba de dar el ejercito. Ortega sin ejercito no se puede mantener en el poder. De modo que lo más probable es que le toque ceder bastante para frenar las manifestaciones y conseguir de nuevo el apoyo de grupos importantes.
Todas estas parecen buenas noticias, Ortega está presionado por grupos fundamentales sin los que no podría seguir adelante. Sin embargo, hay algo que podría cambiar todo, el Papa francisco está interesado en lo que ocurre en Nicaragua, recientemente pidió que las diferencias “se resuelvan pacíficamente y con sentido de responsabilidad”.
Recordemos que El Papa ha jugado un papel fundamental en Venezuela, para empeorar las cosas. cuando la gente estaba en las calles e incluso la MUD se negaba a negociar, el Papa intervino, frenó la movilización y oxigenó a la tiranía.
Esperemos entonces que la intervención del Papa en nicaragua no afecte lo que podría ser el inicio del fin de una tiranía.