Joseph Stalin dijo una vez que lo importante no es quién vota sino quién cuenta los votos. En Venezuela está claro quién lo hace, el CNE dirigido por Tibisay Lucena. El mismo órgano electoral que en agosto del año pasado dijo que a las votaciones para la Asamblea Constituyente, habían ido 8 millones de venezolanos a ejercer su derecho al voto, y días después salió Smartmatic, la empresa encargada del voto electrónico en esos comicios, a decir que estaba comprobado que la cifra de votantes dada por la señora Lucena no era cierta y que la diferencia era de millones.
El chavismo, además de los votos, ya tiene al payaso que ocupe el lugar que durante años tuvo la MUD, el de oposición de bolsillo. La Mesa de La Unidad decidió no participar en estas elecciones, pero ahora maduro tiene a Henri Falcón para su circo. Un hombre que se define como “chavista light” y que representa un fenómeno bastante curioso y triste, los “chavistas anti-Maduro”.
En la Noticia del Día de hoy hablamos de lo ridículo que sería pensar que las elecciones en Venezuela son limpias, pero además nos preguntamos qué ocurriría si eso llegara a pasar, si el fin de semana se realizaran unos comicios sin fraude ¿saldría del poder el socialismo? Maduro evidentemente no sería reelegido, pero ¿podría llegar a la presidencia un liberal de verdad?
No hay datos en este momento para asegurar qué porcentaje de la población estaría dispuesta a votar por un liberalismo real pero lo que sí es evidente es que en Venezuela hay muchos de los llamados chavistas anti-Maduro, gente que cree que el chavismo sí funciona, que funcionó con Chávez y que la terrible situación que vive hoy el país no es culpa del socialismo sino de la mala administración de Maduro.
Pero, además, el gobierno venezolano lleva muchos años construyendo redes clientelares. Sumiendo a la gente en la pobreza y luego haciéndola esclava de las migajas que le dan los políticos, es muy difícil que esta población que durante años ha vivido de los auxilios del Gobierno quiera votar por algo diferente al socialismo.
Hoy comentamos el fraude electoral que tendrá lugar el domingo, y la ardua labor que le queda a los liberales venezolanos para recuperar la libertad en su país.
Joseph Stalin dijo una vez que lo importante no es quién vota sino quién cuenta los votos. En Venezuela está claro quién lo hace, el CNE dirigido por Tibisay Lucena. El mismo órgano electoral que en agosto del año pasado dijo que a las votaciones para la Asamblea Constituyente, habían ido 8 millones de venezolanos a ejercer su derecho al voto, y días después salió Smartmatic, la empresa encargada del voto electrónico en esos comicios, a decir que estaba comprobado que la cifra de votantes dada por la señora Lucena no era cierta y que la diferencia era de millones.
El chavismo, además de los votos, ya tiene al payaso que ocupe el lugar que durante años tuvo la MUD, el de oposición de bolsillo. La Mesa de La Unidad decidió no participar en estas elecciones, pero ahora maduro tiene a Henri Falcón para su circo. Un hombre que se define como “chavista light” y que representa un fenómeno bastante curioso y triste, los “chavistas anti-Maduro”.
En la Noticia del Día de hoy hablamos de lo ridículo que sería pensar que las elecciones en Venezuela son limpias, pero además nos preguntamos qué ocurriría si eso llegara a pasar, si el fin de semana se realizaran unos comicios sin fraude ¿saldría del poder el socialismo? Maduro evidentemente no sería reelegido, pero ¿podría llegar a la presidencia un liberal de verdad?
No hay datos en este momento para asegurar qué porcentaje de la población estaría dispuesta a votar por un liberalismo real pero lo que sí es evidente es que en Venezuela hay muchos de los llamados chavistas anti-Maduro, gente que cree que el chavismo sí funciona, que funcionó con Chávez y que la terrible situación que vive hoy el país no es culpa del socialismo sino de la mala administración de Maduro.
Pero, además, el gobierno venezolano lleva muchos años construyendo redes clientelares. Sumiendo a la gente en la pobreza y luego haciéndola esclava de las migajas que le dan los políticos, es muy difícil que esta población que durante años ha vivido de los auxilios del Gobierno quiera votar por algo diferente al socialismo.
Hoy comentamos el fraude electoral que tendrá lugar el domingo, y la ardua labor que le queda a los liberales venezolanos para recuperar la libertad en su país.