
La candidata a la presidencia de Estados Unidos, Hillary Clinton, rechazó y atacó la propuesta económica del republicano Donald Trump, el cual calificó como “caridad para los ricos y un peligro para la economía del país”.
Hillary, con frecuencia habla de todos sus planes políticos y no ofreció propuestas o ideas para mejorar la economía de norteamericana en cuanto a su discurso en la fábrica de Michigan. Debido a eso, prefirió tomar su visión más optimista de la economía y prefirió llamarla “las ideas estrafalarias de Trump” y que han sido rechazadas por los dos partidos.
En la planta de Futuramic Tool & Engineering, en Warren, Clinton dijo que “basados en lo que sabemos de la campaña de Trump, él quiere que los Estados Unidos trabajen para él y sus amigos, a expensas del resto de la gente”. A su vez, trató de aprovechar la oportunidad de ganar el respaldo de algunos electores de clase obrera que habían apoyado a su rival y dijo que ella ofrece realmente un “mejor camino hacia el desarrollo económico y hacia la prosperidad”.
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También aseguró que no apoya el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP), dejándose poco espacio para retractarse si gana la Casa Blanca y el Congreso lo considera a finales del año.“Yo me opongo ahora, me opondré tras las elecciones y me opondré como presidenta”, dijo, al tiempo que enfatizó que los Estados Unidos no pueden aislarse del resto del mundo.
La candidata quiere dar a conocer sus declaraciones de impuestos del 2015, mientras que ejerce presión sobre Donald Trump, que no ha proveído las suyas. El republicano indicó que no las proveerá hasta que se complete una auditoría de las autoridades fiscales.
Finalmente, Clinton propuso un plan de obras públicas, también, derogar exenciones impositivas para empresas que envían empleos al exterior y no aumentar los impuestos que paga la clase media. A su vez, hizo promesas con respecto al sueldo mínimo, la educación y mucho apoyo a las empresas pequeñas.Ha prometido más dinero para la educación, un sueldo mínimo federal más alto y apoyo a la pequeña empresa.
Fuente: El Economista