Dilma Rousseff, ahora como presidenta suspendida de Brasil, anunció que desea promover un plebiscito con respecto a la posibilidad de poder adelantar las elecciones que estaban previstas para el 2019, con tal y la absolvieran del juicio político que está atravesando y así poder empoderarse nuevamente.
Dilma difundió esta solicitud en un pronunciamiento el pasado martes en donde presentó unos términos de una “Carta a los Brasileños”, que se hizo pública justamente antes de que el Senado iniciara la fase final del proceso que acabaría con su destitución.
Según este pronunciamiento, la hoy presidenta suspendida, puso insistencia con en su inocencia con respecto a las acusaciones del irregular manejo de los presupuestos. A su vez, comentó que si se llegara a hacer realidad su destitución, en el país suramericano, se estaría presentando un supuesto“golpe de Estado”, en donde también sostuvo que la solución para la crisis política y económica del país “pasa por el voto popular en unas elecciones directas”.
Rousseff fue suspendida de sus funciones el pasado 12 de mayo, cuando el Senado instauró un proceso de destitución cuya fase final comenzará el próximo 25 de agosto y se prevé que durará entre tres y cinco días, posiblemente con su condena y desalojo del poder.
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Si la mayoría calificada de los votos del Congreso son favorables a su destitución, es decir, 54 votos como mínimo o dos tercios del mismo, se consolidaría y aprobaría la moción.
Según Dilma si se llegara a reconocer su inocencia y es absuelta; recobraría el puesto como presidente, aseguró que “será reafirmado el Estado democrático de Derecho” y “se deberá construir una nueva jornada política”, que lleve a adelantar las elecciones previstas para octubre del 2018.
Finalmente, si de modo contrario, es destituída, el mandato lo completaría el vicepresidente Michel Temer, quien la ha sustituido desde el momento en que fue suspendida.
Fuente: El Nuevo Herald