EnglishMucho se critica al libre mercado y al capitalismo. A los empresarios se les acusa de ser egoístas, enriquecerse a costa de la explotación de otras personas, y en su accionar, establecer prácticas poco éticas.

En ese sentido, existe la creencia generalizada en América Latina de que el libre mercado es incompatible con el cristianismo. Por ello, las ideas del libre mercado tienen pocos adeptos de esa religión y en ocasiones son el blanco de las críticas de líderes cristianos que ponen en duda su moralidad; incluso hemos llegado a escuchar que Jesús fue el primer socialista.
Raíces cristianas de la economía de libre mercado de Alejandro Chafuen busca despejar esta confusión, y explica que no hay ninguna incompatibilidad entre ser cristiano y apoyar un0 economía de libre mercado; más bien sugiere la influencia del pensamiento católico en la formación espontánea del capitalismo, y para demostrarlo hace una exhaustiva revisión de esta vertiente cristiana.
Sin embargo, en ningún momento el libro intenta imponer al cristiano el pensamiento capitalista.
Alex Chafuen es el presidente de Atlas Network y presidente fundador del Centro Hispano de Investigación Económica (HACER). Es miembro de la Sociedad Mont Pelerin y este año, el Fondo de Estudios Americanos (TFAS) le otorgó el Premio por la Libertad Walter Judd 2014 por su trabajo incesante en la promoción de las ideas liberales.
En Raíces cristianas el autor hace un estudio del papel de los gobernantes y la economía, mientras retoma y analiza los escritos de diversos pensadores como Tomás de Aquino (c. 1224-1274), el Cardenal Cayetano (1469-1534), Francisco de Vitoria (1483/86 – 1546), entre tantos otros exponentes católicos que ya desarrollaron en ese entonces teorías económicas antes de Adam Smith.
Los escolásticos, investigadores por excelencia de la naturaleza humana
El libro inicia su exposición con una introducción a la escolástica tardía o Escuela de Salamanca (siglos XVI-XVII), un movimiento teológico-filosófico en España cuyos orígenes se remontan a Santo Tomás de Aquino y a San Bernandino de Siena (1380-1444). Los autores escolásticos tardíos expusieron mucho sobre la moral, lo bueno y lo malo, y su mayoría concluyó que el ser humano es el objeto de estudio de la ética. Sostuvieron que el respeto a la libertad y racionalidad es básico para la vida humana, incluidas sus actividades económicas.

Los escolásticos analizaron diversas aristas de la economía y la relación con el bien desde el actuar humano; desmitificaron a la propiedad privada como dañina y condenatoria. Con argumentos bíblicos y otros puramente lógicos, los filósofos demostraron la conveniencia de la propiedad privada para el desarrollo humano.
Las finanzas públicas también fueron estudiadas por la Escuela de Salamanca; los escolásticos tardíos comprendieron cuáles deben ser el correcto rol del Gobierno en la economía. El teólogo Juan de Mariana (1536-1624) afirmaba que aunque los Gobiernos son un límite a la libertad, para que estos sean legítimos deben ser una manifestación de la voluntad popular.
De Mariana concluyó que el Estado, debido a que es necesario para la convivencia humana, debe cumplir ciertas funciones, y para ellas necesita fondos; pero indicó “que estén nivelados los gastos con los ingresos y vayan entrando las rentas a medida que vaya habiendo necesidad de verificar los pagos… ” Es decir, los impuestos no deben crecer tanto que creen un excesivo gasto público.
La escolástica tardía también estableció teorías monetarias, a partir de los trabajos del gigante de la Grecia clásica Aristóteles. Entre sus conclusiones determinaron los peligros que una nación corre cuando su moneda puede ser adulterada por sus gobernantes.
Muchos de estos pensadores hoy casi desconocidos ya reconocían la importancia de la otorgar libertad a los individuos para lograr la prosperidad, incluso antes que la Ilustración escocesa.
“[Y]o entiendo que cualquiera alteración en la moneda es peligrosa, y bajarla de ley nunca puede ser bueno ni dar más precio por la ley á que de suyo y en estimación común vale menos,” anticipaba Juan de Mariana la ilusión de la expansión monetaria artificial.
El libro también contiene el análisis filosófico de temas como la justicia salarial, la importancia del comercio en una nación, los cimientos para la teoría moderna del valor y el precio, la distribución de la riqueza en relación con el mérito personal y el interés bancario.
El libro de 350 páginas presenta con claridad y orden las ideas económicas de los filósofos italianos y españoles pertenecientes a esta corriente. Pensamientos que no fueron breves comentarios a ideas económicas preexistentes, sino un desarrollo propio en materia económica; por ejemplo, Santo Tomás de Aquino continuó el pensamiento aristotélico y lo complementó con sus propias reflexiones. Chafuen presenta un análisis detallado de sus enseñanzas y los confronta con los enfoques liberales modernos.
Raíces cristianas de la economía de libre mercado es un excelente estudio sobre la profundidad con la que estos filósofos cristianos llegaron a conclusiones de libre mercado. Muchos de estos pensadores hoy casi desconocidos ya reconocían la importancia de la otorgar libertad a los individuos para lograr la prosperidad, incluso antes que la Ilustración escocesa. Este excelente libro es de lectura obligada para poder entender de mejor manera cómo un pensamiento cristiano puede dar respuesta a los fenómenos económicos presentes.
Editado por Elisa Vásquez y Daniel Duarte