El sábado 10 de diciembre, a las afueras de su domicilio en la ciudad de Chihuahua, al norte de México, fue asesinado el periodista Jesús Adrián Rodríguez. El motivo del crimen, según las agencias de periodistas de México y la fiscalía, sería la profesión de Rodríguez. El Foro de Periodistas de Chihuahua A. C. denunció que Rodríguez fue asesinado por desconocidos cuando se dirigía a su trabajo en el Grupo Radio Divertida.
“Los periodistas de Chihuahua y de todo el país estamos sumamente consternados por el homicidio del compañero, quien se dedicaba desde hace muchos años al oficio de reportero”, señaló Angel Zubía, presidente del Foro, en un comunicado.
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Carlos Mario Jiménez, fiscal en Chihuahua, expresó a la prensa mexicana que el trabajo periodístico de Rodríguez podría ser el móvil del crimen, por lo que ya “existen líneas de investigación en este sentido”.
México: donde ser periodista es de alto riesgo
México es considerado uno de los países más peligrosos para los periodistas, los cuales se ven amenazados tanto por las autoridades como por el crimen organizado.
Según el reporte de la Libertad de Prensa de la organización Freedom House, México no posee una verdadera libertad de prensa. Uno de los mayores signos de esto es la controversial “Ley Telecom”, firmada por el presidente Enrique Peña Nieto en el 2014. La Ley Telecom le da al Gobierno un gran control sobre las formas en que deben de trabajar los medios de comunicación. Entre ellos, evitar posibles monopolios de comunicación, y en el caso de radios comunitarias se evita que estas puedan financiarse con la venta de publicidad, haciendo que sus recursos sean obtenidos por medio de el Gobierno.
También es notorio el trato que reciben los periodistas cuando revelan casos de corrupción gubernamental. Tal como ocurrió con la periodista Carmen Aristegui y la famosa Casa Blanca de México. Su equipo investigó el origen de la casa, avaluada en unos USD $7 millones, y descubrió que pertenecía a uno de los principales contratistas del Gobierno. Después de dar a conocer esa noticia, Aristegui y su equipo fueron despedidos de MVS Noticias, donde transmitían su programa radial cada mañana.
Periodistas bajo amenaza
Durante el 2016 en México ha sido asesinado un periodista cada mes. De julio a septiembre se registran 29.3 ataques por mes a periodistas, casi uno diario. Convirtiendo al 2016 en el año más violento hacia los periodistas en la presidencia de Peña Nieto. Todo esto según datos de la organización Artículo 19 en su reporte trimestral “De lo digital a lo tangible“.
En 2015 siete periodistas fueron asesinados, en 2014 cuatro y en 2013 también cuatro. El 2001 (cuando Felipe Calderón era presidente) hubo once asesinatos.
En el mes de octubre de 2016, durante la 72 Asamblea General de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), Pierre Manigault, su presidente, se dirigió a Enrique Peña Nieto, y le solicitó esclarecer los asesinatos de periodistas en ese país. “No hemos recibido todavía una respuesta adecuada de los estados y sus crímenes continúan impunes”, manifestó Maigault ante el mandatario. “Usted está ciertamente enterado de estos casos impunes y no perseguidos de asesinatos en el país”, señaló.
“La libertad de expresión y de prensa son la mejor arma contra el autoritarismo. El Gobierno es respetuoso de lo que piensan, opinan o transmiten los periodistas. por eso he firmado la declaración (de Chapultepec)”, le respondió Peña Nieto a Manigault. “Soy consciente de que aún hay crímenes contra periodistas que debemos resolver”, reconoció durante su discurso. “Pero es necesario que los gobiernos estatales también asuman la responsabilidad que les corresponde”.
Impunidad latente en México
Entre julio y septiembre de 2016 fueron asesinados Pedro Tamayo, periodista de El Piñero en Veracruz; Agustín Pavia, locutor de la radio Tu Un Ñuu Savi, en Oaxaca; y el más reciente, Aurelio Cabrera, periodista de El Gráfico de Huachinango, asesinado en Puebla. Estos tres asesinatos la Fiscalía Especial de Atención a Delitos contra la Libertad de Expresión (FEADLE) no los ha investigado a fondo, y esto, en palabras de Artículo 19, “envía un mensaje de permisibilidad de la violencia extrema, así como de desprecio hacia la libertad de expresión”.
Animal Político, un medio mexicano, reporta que prácticamente el 100 % de las agresiones contra periodistas en México quedan en la impunidad. Un reporte estadístico de la FEADLE muestra que de agosto 2010 a agosto 2016 en México se realizaron 798 averiguaciones previas por delitos en contra de periodistas, de todas ellas solo dos resultaron en una sentencia judicial.
Redes sociales: la llama incendiaria
“El acoso en Internet, especialmente mediante amenazas en plataformas de redes sociales, se ha consolidado como una forma para intimidar, infundir miedo y censurar”, expresa el informe de Artículo 19 sobre las amenazas a periodistas en las redes sociales. Seis de cada diez amenazas son hechas a través de medios digitales.
“Las amenazas en redes sociales se han incrementado: mientras que en los primeros seis meses de 2016 se documentó en promedio una amenaza mensual por esta vía, durante el tercer trimestre del año, se documentaron 4.6 amenazas por mes”, señala Artículo 19.
Entre las maneras de hostigar a periodistas en la red están los ‘operativos de bots’ —cuentas que se dedican a hostigar a un usuario en Twitter—, los ‘sicarios digitales’ —comunidades organizadas que venden sus servicios para acosar en redes a usuarios—, las campañas de difamación, y las ‘redadas’ —ataques agresivos, sistemáticos y con organización colectiva para extraer información sensible o privada de la víctima desde su cuenta personal—, son algunos de los ataques contra periodistas más frecuentes en Internet.