
El pasado 10 de agosto la portavoz del Departamento de Estado estadounidense, Heather Nauert, indicó que desde el 23 de mayo había exigido la salida de dos diplomáticos de la Embajada cubana en Washington.
Esto debido a que algunos de los diplomáticos residentes en Cuba indicaron algunos “incidentes” en 2016 que les habían causado “una variedad de síntomas físicos”. El gobierno estadounidense no aclaró si la expulsión de estos dos diplomáticos es en represalia por lo sucedido en mayo o por otra razón.
El miércoles 30 de agosto fueron identificados los diplomáticos cubanos expulsados de la Embajada de Cuba en Washington según informaron fuentes cercanas al caso.
- Lea más: De “absolutamente absurdo” califica Rusia acusación de ataques acústicos en Cuba
- Lea más: Aumenta número de diplomáticos afectados por presuntos “ataques acústicos” en Cuba
Los “funcionarios de La Habana” son Frank Silva Hernández y Joel Lago Oliva, quienes fungen como primeros secretarios de la embajada.
Los diplomáticos cubanos habrían abandonado Estados Unidos desde el pasado 30 de mayo, pero tanto la salida de ellos como el tema de los supuestos ataques acústicos se han mantenido bajo total reserva.
Hasta el momento se conoce que al menos 16 estadounidenses y cinco canadienses fueron víctimas del ataque acústico en Cuba. Entre las personas afectadas se encuentran diplomáticos y sus familiares. Por su parte, tanto el FBI como las autoridades cubanas se encuentran adelantando la investigación respecto al caso.
La poca información que Washington ha revelado solo apunta a que algunos dispositivos electrónicos fueron los causantes de los daños y que los afectados sufrieron pérdida de audición, lesiones cerebrales traumáticas y que por ende pudieron quedar con graves daños cerebrales.
Según el Dr. Michael Hoa, cirujano del Hospital de la Universidad de Georgetown, “un sonido que no podemos oír —tanto ultrasónico, por encima de nuestro alcance auditivo, e (infrasónico) por debajo de nuestro alcance auditivo— puede dañar la audición también”.
Por su parte, el Gobierno cubano ha negado la participación en los ataques.
Fuente: Cubanet.