Mises sería el primero en hacer un estudio sistemático y profundo con Socialismo (Die Gemeinwirtschaft) en el año 1922 para dar respuesta a esta pregunta.
Algunas notas de este libro:
- La imposibilidad del cálculo económico. No es posible tomar decisiones racionales en un contexto hostil para ello.
Gabriel Gasave nos explica esta tesis de Mises al señalar que “el cálculo económico es esencial para una economía desarrollada; y de ello se colige una importante conclusión adicional: Solamente en una economía capitalista puede tener lugar el cálculo monetario. Una economía centralmente planificada no tiene manera de calcular económicamente y de esa forma no puede prosperar. Mises demostró la imposibilidad de todos los esquemas socialistas, porque los mismos dejan a los planificadores económicos sin medio alguno con el cual desarrollar el cálculo económico”.
- El socialismo vende. No se puede negar que es más fácil abrazar promesas imposibles y creer falsas expectativas que pensar sobre teorías con fundamento.
Adicional a esto, si el socialismo tiene a las universidades a su favor como medios de propaganda será sencillo continuar creyendo promesas imposibles y falsas expectativas. Para el caso venezolano esto es advertido desde los años 1970 por Carlos Rangel en Del buen salvaje al buen revolucionario.
- El intervencionismo es también socialismo porque tiene un carácter dictatorial y antidemocrático.
Una de las manifestaciones del intervencionismo es el proteccionismo, que en palabras de Mises es una forma de alejar al mercado doméstico del mercado internacional.
El problema es que la idea de la interferencia del gobierno como una “solución” a los problemas económicos lleva a condiciones bastante insatisfactorias y, lo peor y más grave, si el gobierno no se detiene a tiempo, fomentará el socialismo.
- El socialismo se vende como moralmente superior porque defiende el trabajo como determinante del valor de un bien.
Se trata de su discurso a favor del trabajador y por eso es que quienes lo continúan empleando consideran que los asiste la razón al defender lo que consideran “más justo”.
Autores como Apuleyo, Vargas Llosa hijo y Montaner señalan que ha habido un socialismo vegetariano y hoy es uno carnívoro. Coincido con estos autores. Todo esto ha estado presente en Venezuela, tanto en los 40 años de democracia como en estos últimos 20 años, aunque más recrudecido en estos últimos. Mi intención es entender que esto siempre ha sido nuestro problema y que para reconstruir al país solamente será posible a través del liberalismo.
Terminando estas ideas de la forma que acostumbro, con una pregunta: los venezolanos, que hemos vivido por décadas en socialismo, ¿qué otras características le señalaríamos?
El subtítulo de esta columna, que es un juego de palabras, alude a una sección del Instituto Ludwig von Mises de Venezuela a través de la cual se intenta reflexionar y entender la tragedia venezolana con la vida y obra de Mises. Es solo una aproximación con este elemento, entendiendo que son temas complejos que ameritan elementos adicionales, pero lo consideramos útil para el debate.