
Por Ramón Parellada
El diputado Álvaro Velásquez hizo una propuesta para regular el cultivo, la producción, la comercialización y el consumo del cannabis y sus derivados. Aunque dice que es para regularlo, automáticamente está despenalizándolo, que es lo más relevante en esta propuesta.
Según Álvaro, la propuesta tiene un enfoque integral de seguridad y salud pública. Además, sugiere un impuesto específico para la venta del 10%, asignando la mitad a la Policía Nacional Civil y la otra mitad a los hospitales.
He escrito varios artículos a lo largo de los últimos años explicando lo que ya todos conocemos, que la drogadicción es un problema, pero no se resuelve con la prohibición, al contrario, se vuelve una tragedia. Tenemos tantos años donde las drogas en general han estado prohibidas y, sin embargo, el que quiere drogarse la consigue fácilmente a la vuelta de cualquier esquina.
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La prohibición no ha eliminado la drogadicción. Tampoco ha permitido que se pueda ayudar de mejor manera para que los drogadictos dejen su vicio y se rehabiliten. Por el contrario, ha creado incentivos perversos que han dejado en manos de criminales la producción, comercialización y distribución de las drogas. Además, la cantidad de dinero y corrupción que ha generado la prohibición es impresionante.
Pero el argumento principal no es que no funcione la prohibición nada más y cause males mayores. El argumento más fuerte para despenalizar las drogas es ético. Consumir drogas no es un crimen, pero dañar los derechos de otras personas sí lo es. Si alguien quiere drogarse de la misma manera que puede emborracharse será asunto de él. Esto no es ningún crimen, sino que es su decisión y responsabilidad. Pero si esta persona llegara a dañar a otras, entonces aquí sí hay un crimen por el cual la persona que lo haga esté sobria, ebria o drogada, debe responder por su acto y para esto está la Justicia.
Despenalización de la marihuana a lo largo del mundo
El diputado Velásquez ha sido valiente al hacer esta propuesta, aunque sólo se ha referido al cannabis y sus derivados. Ya hay varios países en el mundo donde está despenalizado el cultivo, la producción, la comercialización y el consumo del cannabis y sus derivados como España, Portugal, Holanda, Uruguay y varios Estados dentro del principal país promotor de la fracasada “guerra contra las drogas”, Estados Unidos.
Es notable la disminución de la criminalidad en todos estos lugares donde se ha descriminalizado o despenalizado el cultivo, la producción, la comercialización y el consumo de las drogas. Al consumidor ya no se le trataría como un criminal. No todos se vuelven adictos, de hecho, la gran mayoría no lo serían, como no ocurre con el alcohol, pero si se vuelven adictos la mejor forma de ayudarlos es con tratamientos para su rehabilitación.
El diputado Velásquez propone despenalizar únicamente el cannabis (marihuana). Creo que no basta despenalizar sólo la marihuana como lo han hecho ya algunos países del mundo; hay que despenalizar todas las drogas. La prohibición seguirá creando esos mercados informales o ilegales que se vuelven muy peligrosos mientras exista una fuerte demanda y se le considere un delito su producción, distribución, venta y consumo.
No hay que tener miedo a este debate. Más bien, esto se ha discutido ya en muchas ocasiones y creo que llegó el momento de actuar. Está en manos del Congreso derogar la ley que prohíbe el cultivo, la producción, la comercialización y el consumo del cannabis y sus derivados. Está en nosotros mismos asumir la responsabilidad de nuestros propios actos.
Ramón Parellada es guatemalteco, empresario y catedrático universitario. Síguelo en@MonchoParellada.