Por Andres Felipe Ortiz Rico
La llegada de Trump a la presidencia ha traído consigo una crisis en México, que ve como su principal destino de exportaciones, empieza a cambiar las reglas de juego, generando incertidumbre económica y una parálisis general de las inversiones internacionales en dicho país.
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Ante la debilidad evidente en la negociación entre México y EE. UU. y la crisis actual, es el momento de que México tome medidas radicales que le permitan hacer frente a esta amenaza comercial y pueda volver a la senda de crecimiento económico de la última década. Aquí traemos cuatro propuestas para hacerle frente a este momento de incertidumbre y volver a México una potencia económica en el mediano plazo.
Fin del NAFTA-TLCAN
Ante el fin del TLCAN (Tratado de Libre Comercio de América del Norte) volverán los aranceles a las manufacturas que compitan con mano de obra americana. La respuesta natural de México debe ser una disminución masiva de impuestos a dichas industrias. Esto permitirá, por una parte, aliviar los riesgos propios de momento y a largo plazo mejorará la competitividad de dichas industrias permitiéndoles incluso asumir el arancel que imponga el gobierno americano o reemplazando en parte sus exportaciones a dicho destino por exportaciones a terceros países. Hay que recordar que países como Hong Kong, Chile o Singapur tuvieron periodos de crecimiento acelerado en un mundo (Años 70-80-90) donde el promedio de aranceles estaba entre un 40-50 por ciento.
Inestabilidad de la moneda
El peso mexicano se ha devaluado como consecuencia de la incertidumbre actual del país. Los cambios rápidos de valor de la moneda generan traumatismos económicos, en el caso de la devaluación, viene generalmente acompañada de un aumento de la inflación. La única solución posible es que México vuelva al patrón oro como moneda, lo cual generará estabilidad monetaria e impedirá variaciones abruptas en su precio.
La violencia del narco
Siendo Estados Unidos el principal promotor de la política antidrogas que ha padecido México en la última década y ante el cambio de su postura geopolítica, es hora de una respuesta firme en el tema. México debe legalizar la producción y comercialización (puede ser solo la exportación) de todas las drogas sin excepción. El costo en vidas y recursos ha sido enorme, ante este cambio de postura, no tiene sentido que México siga asumiendo este costo sin una contraprestación comercial de su vecino del norte.
Gasolinazo
Aunque parezca que en este país se liberalizó el precio de la gasolina, lo cierto es que el precio de la gasolina en México sigue siendo regulado. La lógica es muy simple, en Estados Unidos el precio de la gasolina es un 45 % más bajo, si el precio fuera libre (completamente) sería totalmente legal importar gasolina de Estados Unidos o Venezuela, lo cual prácticamente igualaría el precio de la gasolina con el vecino del norte, con un leve aumento de costos de transporte. Así mismo, la estabilidad monetaria permitiría una menor fluctuación de los precios de los combustibles y las importaciones.
Las crisis son momentos que permiten tomar decisiones políticas difíciles, es el momento de que México de un paso adelante y construya las bases de una gran potencia económica. No es momento de debilidad ni de gradualismos (Como el de Macri en Argentina) Es hora de un cambio en México, un cambio para el futuro. Si no se toman medidas rápidas, el populismo se tomará el poder y terminará el país pareciéndose a Venezuela.
Andres Felipe Ortiz Rico es abogado de la Universidad de Antioquia y Economista de la Universidad EAFIT.