Más allá de las diferencias que han habido últimamente entre el gobierno de Donald Trump y la administración de Enrique Peña Nieto, quienes fungieron como negociadores del actual Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) consideran que es preferible quedarse sin el acuerdo a que se de una mala negociación.
Los considerados “padres del TLCAN” indican que no se desea una guerra comercial que dé como resultado aranceles o impuestos a los productos de un país y otro, ya que esto provocaría incertidumbre en los mercados.
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Luis de la Calle Parto, quien ostentaba el cargo de ministro de Asuntos de Comercio en la embajada de México en Washington, advierte que para negociar con Donald Trump se necesita un objetivo claro, que haya unidad del lado mexicano así como conciencia de que “es mejor no tener acuerdo a terminar con un mal convenio”.
Por su parte Guillermo Güemez García, quien negoció el TLCAN por parte del sector privado, asegura que no se trata de ver quién es más rudo en la negociación sino de quien saca el mejor acuerdo para ambas partes además de que indica que “no hay que temerle a Estados Unidos”.
También Jaime Zabludovsky, antiguo subjefe del equipo negociador del gobierno de México respecto al TLCAN, expresa que hay que comenzar considerando que el escenario vivido en 1991 es bastante distinto al actual, ya que hace 26 años los tres países querían tener un acuerdo, ahora el presidente de Estados Unidos piensa diferente.
Según Zabludovski, México no debe aceptar un incremento en los aranceles pero sí buscar estabilidad y certidumbre para las empresas en el país azteca.
Fuente: El Universal