Una investigación realizada por el medio especializado El Financiero revela que el servicio de taxi desde y hacia el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), puede ser en algunos casos más costoso que el mismo pasaje de avión.
Esto surge luego de que cinco sitios de taxis que operan en dicha terminal aérea fueran multados con 23,6 millones de pesos (USD $1 millón 150.000) por la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) debido a prácticas monopólicas en que estas empresas incurrían.
El sondeo reveló que el transporte por medio de taxi hacia esa terminal aérea puede representar hasta un 30 % más de lo que vale un boleto de avión en líneas aéreas de bajo costo.
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Dentro de los casos que en la investigación destacan es que la empresa ESL Transfers cobra 1.040 pesos (USD $52) por un vehículo sedán por transportar del aeropuerto de Cancún al Hard Rock Riviera Maya, lo cual es una distancia de 75 kilómetros. Este precio es 30 % superior a un boleto de avión de Cancún a Ciudad de México que tiene un valor de 797 pesos (USD $39.85) y que cubre un recorrido de 700 kilómetros. En ambos casos los impuestos están incluidos.
Mientras que del aeropuerto de Guadalajara al hotel One, que se localiza en la misma metrópoli, el traslado en taxi tiene un costo de 370 pesos (USD $18.50), lo que representa un 46 % de la tarifa aérea en la empresa Volaris para volar de Monterrey a Guadalajara.
Según expertos, esta diferencia obedece a que la infraestructura aeroportuaria está alejada de las ciudades, y a que el sistema de concesiones para taxis es rígido en México y no permite la competencia y la eficiencia de las unidades.
Según datos de la Dirección General de Autotransporte Federal, en el 2016 30,4 millones de usuarios de taxis se movilizaron a diario desde y hacia aeropuertos, lo que representa un incremento del 1,8 % respecto al 2015 y un 7,7 % más que los últimos cuatro años.
Sin embargo, estos cobros tienen un fuerte impacto en el turismo como lo refleja el estudio titulado “Revisión de la Política Turística de México” realizado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
“Estas advertencias alejan a los turistas de taxistas honestos que no son de sitio, cuestión que no sólo termina por socavar la confianza en ese sistema de transporte, sino que también refuerza una sensación de inseguridad que podría animar a los turistas de elegir otro país para sus vacaciones”, revela el estudio.
Según la OCDE el gobierno de México tiene un desafío en cuanto a permitir el ingreso de empresas como Uber y Cabify a las terminales aéreas y así no impedir el progreso de la tecnología ya que estos sistemas benefician al turismo local por tener un “costo más competitivo que los taxis convencionales”.
Fuente: El Financiero