En Colombia buscan tumbar Ley de Cuotas que busca garantizar que las mujeres puedan acceder a altos cargos en el Gobierno. Los demandantes aseguran que la norma que exige el 30% viola el principio de igualdad.
La demanda que busca declarar como inconstitucional el artículo 4 de la Ley 581 del 2000 (Ley de Cuotas) ya está en manos de la Corte Constitucional para su estudio. La norma establece que el 30% de los altos cargos públicos y de libre nombramiento y remoción deben ser ocupados por mujeres, de no aplicarse hay paso a sanciones que van desde la suspensión hasta la destitución para aquellos que incumplan la norma.
Sin embargo, esta cuota ya se estaría cumpliendo según los datos del “Informe sobre la participación de la mujer en los cargos de los niveles decisorios del Estado colombiano 2017” – elaborado por el Departamento Administrativo de la Función Pública (DAFP)-, que explica que la participación de la mujer alcanzó el 41% en el máximo nivel decisorio (cifra que llegó en 2018 al 42% y el 45 por ciento en otros niveles).
Los demandantes aseguran que el informe del 2017 pone en evidencia que hubo un cambio en el contexto social con relación al periodo 1990-1997, cifras que fueron la base para la elaboración de gran parte de la Ley de Cuotas. Y que además, la ley debió ser transitoria y no indefinida.
Por esta razón, consideran que la medida en su momento se hizo para promover la igualdad en la participación de hombres y mujeres en el mercado laboral, pero que ahora sucede todo lo contrario, pues vulnera ese derecho y terminó por convertirse discriminatoria contra los hombres.
Hasta ahora se conocen los conceptos de la Procuraduría y ministerio de Justicia, quienes se mostraron en contra de los argumentos de los demandantes.
“El género no debe ser tenido en cuenta a la hora de contratar”
La abogada Daniela Escobar le dijo a PanAm Post que a pesar que la Ley de Cuotas (una forma de acción afirmativa) sea constitucional, este tipo de medidas no se encuentra exenta de críticas y grandes desacuerdos.
“Un Estado que se tome en serio la libertad no debe perseguir una igualdad distinta a la igualdad ante la ley, que es la única posible de alcanzar. Tal y como Hayek afirmaba, una cosa es tratar a las personas con igualdad y otra distinta es intentar hacerlos iguales”.
Añadió que factores que no estén bajo nuestro control, como el género, no deberían ser tenidos en cuenta a la hora de elegir y hacerlo implicaría otorgar un privilegio.
“Uno de los argumentos a favor de la acción afirmativa tiene que ver con la compensación a un grupo determinado, en este caso las mujeres, por las injusticias que sufrieron en el pasado. Sin embargo, esto resulta absurdo, en tanto las mujeres que se benefician hoy de las medidas no son las mismas que sufrieron esas injusticias y quienes asumen su costo tampoco son quienes las cometieron”, concluyó.
Cabe destacar que el Gobierno del presidente Iván Duque fue el primero en establecer un gabinete ministerial paritario con la participación del 50% de mujeres.