Para el mes de junio el Departamento Nacional de Estadística (Dane) de Colombia observó que alrededor de 2,2 millones de personas se habrían quedado sin trabajo entre junio del 2019 a junio del 2020. Naturalmente la mayor salida de estas personas del mercado laboral se debe a las consecuencias de la estricta cuarentena.
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— DANE Colombia (@DANE_Colombia) July 30, 2020
Aunque hubo una leve mejoría, pasando del 21,4 % en mayo al 19,8 % en junio, y la reactivación de la economía ha permitido la recuperación de algunos puestos de trabajo, la población inactiva se incrementó en 2,6 millones de personas, es decir, son personas que están migrando de la ocupación o la desocupación a la inactividad —no trabajan ni buscan empleo—.
En la actualidad el país reporta 4,27 millones de desempleados, en vista que este incremento en la inactividad puede estar impulsado el cierre parcial o total de las empresas, el desempleo real, teniendo en cuenta estos nuevos inactivos, podría estar afectando a más de 6 millones de personas en el país.
Las dos terceras partes de la desocupación actual en el país están representadas en las 13 ciudades principales y sus áreas metropolitanas. Mientras que Colombia registra una tasa de desempleo del 19,8 %, las 13 ciudades y áreas metropolitanas muestran una desocupación del 24,9 %.
#Empleo | En junio de 2020 la tasa de desempleo en el total nacional fue 19,8 % y en 13 ciudades y áreas metropolitanas fue 24,9 %. pic.twitter.com/3hhyUjCNwi
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La ola de desempleo afectó especialmente a las mujeres, con una reducción del 24 % en la cantidad de ocupadas, mientras que la reducción de hombres ocupados fue del 14 %, es decir, una brecha de 10 puntos porcentuales. El empleo doméstico presentó una importante reducción, cerca de 300 000 personas en el país trabajan en esta modalidad, y según lo informado por el Dane el 94,6 % son mujeres.
Las ramas más afectadas durante junio fueron las artísticas de entretenimiento y recreación, seguido del comercio y la reparación de vehículos, la administración pública y defensa. Es importante resaltar que, según las mediciones actuales, el sector artístico se ha visto aún más afectado durante el mes de junio, cuando se produjo una salida de 730 000 personas del mercado laboral.
Las personas de bajo nivel académico, es decir, que solo tienen educación básica primaria o secundaria y media, fueron las más afectadas. Se observa que para 2019 había 17 millones de personas ocupadas con bajo nivel educativo, mientras que para junio de este año solo se registraban 13 millones, lo que representa una reducción del 21 %.
Un dato interesante es que la mayor parte del desempleo se concentra mayoritariamente en los micronegocios, unidades económicas con menos de diez empleados. Cerca de dos terceras partes de la reducción de ocupados registrados en junio se concentró en micronegocios, la explicación es que estas estructuras todavía son endebles y no cuentan con la liquidez suficiente para sostener un cierre prolongado.
La mayor reducción absoluta por tipo de ocupación la sufrieron los empleados particulares, con una reducción del 8,3 % en el número de empleados, esto significa que cerca de 1,83 millones de personas perdiendo su empleo; le siguieron los trabajadores de cuenta propia con una reducción del 6,5 %
Los horarios laborales se han visto drásticamente reducidos. Para junio del año pasado cerca del 51 % de los empleados trabajaba más de 40 horas a la semana, para junio de 2020 el porcentaje solo llego al 42,2 %. El número de personas que trabaja entre 21 y 40 horas a la semana también experimentó una reducción de 2 puntos porcentuales. Solo la distribución de personas que trabajaban menos de 20 horas a la semana presentó un incremento, pasando del 15 % de los ocupados en el 2019 al 26 % en 2020, un crecimiento de más de 11 puntos en un año. Esto significa que cerca de 6 millones de personas estarían trabajando menos horas debido, principalmente, a la reducción de la actividad económica de las empresas donde laboran.
El profesor e investigador de la Fundación ECSIM, Luis Guillermo Vélez Álvarez, le dijo al PanAm Post que «un elemento fundamental para la reactivación de la actividad económica y, por tanto, de la recuperación del empleo es la flexibilización del mercado laboral»:
Esa flexibilización incluye la contratación a tiempo parcial —por días, semanas o fines de semana— y la eliminación total de las indemnizaciones por despido. Esta última medida es de gran importancia porque en un ambiente de incertidumbre los empresarios son reacios a contratar si piensan que no pueden prescindir fácilmente de los trabajadores si las expectativas de demanda no se materializan. La eliminación del salario mínimo o, por lo menos, el establecimiento de salarios mínimo por regiones, que reflejen las diferencias de productividad, daría impulso al empleo y a la reducción de la informalidad.
Colombia es uno de los países con mayores costos de contratación en Latinoamérica, y en consecuencia el país con el mayor número empleo perdidos del continente como consecuencia de la pandemia. Aunque el país ha recuperado parte del empleo debido a la apertura parcial, una realidad normal está lejos de llegar. Si Colombia quiere recuperar rápidamente los empleos perdidos deberá implementar prontamente reformas que flexibilicen el mercado laboral y le permitan a más gente conseguir un empleo.