
Al igual que las guerrillas de las FARC y el ELN el grupo narcotraficante y paramilitar conocido como “La Oficina de Envigado” o simplemente “La Oficina” quiere adelantar un proceso de negociación con el Gobierno colombiano, según ellos, para contribuir con la paz que busca a través de estas negociaciones, ya no solo en las áreas rurales sino también en las urbanas.
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Así se lo manifestaron al Gobierno de Juan Manuel Santos en una carta enviada en la que solicitan iniciar una fase exploratoria para realizar un proceso de paz que lleve a la desmovilización de las estructuras armadas de ese grupo a través de mecanismos como la justicia transicional y el acompañamiento de la ciudadanía tanto en el área rural como en el área urbana, manifiesta la misiva.
La Oficina de Envigado pone como ejemplo el proceso de paz que se llevó a cabo con las FARC durante cuatro años y que hoy en día está siendo renegociado tras el rechazo a lo pactado por parte de los colombianos en las urnas, además del que está próximo con el ELN. Dicen que quieren lograr algo similar y que apoyan cada una de las negociaciones expuestas anteriormente.
Además, la banda criminal (Bacrim), como se le conoce a estas estructuras, que opera desde los años 90 en Antioquia, departamento ubicado al occidente de Colombia, pidió la colaboración de la Iglesia Católica, la exsenadora Piedad Córdoba y el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) para llevar a cabo el proceso de negociación con el Gobierno.
Finalmente, invitaron a las Autodefensas Gaitanistas, un grupo paramilitar, para que se sume a su intención de negociación y desmovilización. Ahora se abrirá el debate sobre si estas estructuras criminales deberían tener la posibilidad de negociar debido a que muchos consideran que no tienen fines políticos como las guerrillas, sino que únicamente se dedican al narcotráfico.
Fuente: El Espectador