Este martes 6 de diciembre fue aprobada en tiempo récord la reforma tributaria en las comisiones tercera (encargadas de temas económicos) tanto en la Cámara de Representantes como en el Senado colombiano. Ambas sesionaron de manera conjunta y aprobaron la iniciativa con la que el Gobierno pretende tapar el hueco fiscal que hay por malos manejos de la economía y el bajo precio del petróleo.
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Aunque la propuesta inicial, que aumenta los impuestos en Colombia al igual que la base gravable, buscaba recaudar 7,1 billones de pesos (USD$ 2.364.300.000) finalmente recogerá un billón menos, monto que según el ministro de Hacienda es suficiente para tapar el hueco fiscal que hay actualmente en el país.
Según el ministro la reducción de este monto se dio gracias a que el impuesto a las bebidas azucaradas fue rechazado por las mayorías parlamentarias, razón por la cual no fue incluido en la ponencia final de la reforma y ya no habrá que pagar 300 pesos (USD$ 0,0999) por cada litro de gaseosa, te o cualquier otra bebida con glucosa.
Sin embargo, se aprobó un aumento de tres puntos porcentuales en el Impuesto al Valor Agregado (IVA) que hará que muchos productos aumenten su precio. Pero el Gobierno dice que no se tocarán los productos básicos de la canasta familiar que continuarán sin tener que pagar esa carga impositiva.
Los congresistas resaltaron el hecho de que no se bajó la cantidad de ingresos mínimos para que una persona declare renta. El Gobierno buscaba que quienes ganaran 1,2 millones de pesos mensuales (USD$ 399,6) tuvieran que declarar, hecho que no fue aprobado para proteger el bosillo de los asalariados. Solo pagarán aquellos que ganen más de 3,5 millones mensuales (USD$ 1.165,5) como está actualmente.
Finalmente, la propuesta busca “darle dientes” a la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (DIAN) para que pueda judicializar a las personas que evadan impuestos o que se nieguen a pagar las cargas que les corresponden. Ahora serán las plenarias, de Cámara y Senado las encargadas de debatir y votar la propuesta de reforma tributaria.
Fuente: El Espectador