En Colombia la Corte Constitucional es una de las entidades más llamativas del sistema judicial colombiano. En pocos países se cuenta con un órgano como este y en Colombia se ha hecho célebre por tomar posición frente a temas polémicos como estar a favor de la adopción de parejas homoparentales o permitir el aborto en tres casos específicos, incluso hasta por frenar una segunda reelección del expresidente Álvaro Uribe.
- Lea más: Pastrana demandará el “fast track” del acuerdo Santos-FARC ante la Corte Constitucional
- Lea más: Colombia: sentencia de Corte Constitucional pone en peligro presupuesto de la nación
Sin embargo, con la salida de algunos magistrados de esa Corte, el presidente Juan Manuel Santos podría obtener una mayoría indiscutida en ese organismo de cara a lo que viene para el país como la implementación de las leyes y modificaciones del acuerdo de paz, ya que esta entidad se encarga de revisar las tutelas y la constitucionalidad de las acciones políticas.
La Corte tiene nueve magistrados, algunos de ellos ya apoyan a Santos como Alberto Rojas, Gloria Ortiz y Alejandro Linares y a pesar de que en este caso quien ternará a dos de los nuevos cuatro magistrados será la Corte Suprema.
Por el momento los nombres que suenan son avalados por el Gobierno Nacional. Además hace apenas dos semanas llegó José Lizarazo quien fue elegido con ayuda del Partido de la U (oficialista) y poco a poco el Gobierno ha logrado tener hombres que les podrían garantizar mayorías en los nueve votos posibles.
Además, las dos ternas que envía la Corte Suprema de Justicia serán votadas en el Congreso para elegir quiénes serán los próximos dos magistrados que salen de esos seis candidatos y allí el Partido de la U y los partidos de la Unidad Nacional serán los encargados de elegirlos, lo que le podría garantizar a Santos tener una Corte Constitucional que lo apoye en todas sus decisiones políticas y se podría dejar de lado un poco la parte jurídica.
Lo preocupante es que vienen decisiones fundamentales para el país que pasarán por manos de la Corte Constitucional que deberá decir si están ajustadas o no a la Carta del 91. La primera es, por supuesto, todo lo relacionado al proceso de paz entre el Gobierno y las FARC que hará varios cambios a la Constitución. Además, también se tendrá que decidir el futuro de una posible reforma política que buscaría cambiar las reglas del juego electoral y finalmente el referendo de la senadora Viviane Morales que busca frenar la adopción homoparental y de solteros.
La posibilidad de que la presidencia quede con mayorías en organismos como la Corte Constitucional y la Junta Directiva del Banco de la República, ha sido uno de los principales argumentos de quienes están en contra de la reelección, ya que al permanecer dos períodos en el máximo cargo del ejecutivo se genera la posibilidad de que el presidente pueda nombrar diferentes cargos, hecho que no sería así en caso de que hubiese un cambio de mandatario.
Fuente: Revista Semana