Los servicios de inteligencia estadounidenses concluyeron que Vladímir Putin, presidente de Rusia, ordenó una “campaña de influencia” para desprestigiar a Hillary Clinton y ayudar Donald Trump en las elecciones presidenciales de 2016.
El informe, que fue publicado el pasado viernes 6 de enero, indica que todo consistió en hackear a grupos e individuos demócratas y publicar esa información a través de sitios web de terceros para minar el “orden democrático liberal que lidera Estados Unidos“.
Putin “ordenó una campaña de influencia en 2016 contra la elección presidencial de Estados Unidos”, con la intención de “socavar la fe en el proceso democrático, denigrar a (Hillary) Clinton y perjudicar su posibilidad de ser electa”, asegura el comunicado.
El informe también resaltó que la Agencia Central de Inteligencia (CIA), la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) y la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) comparten dicha conclusión.
“Putin y el Gobierno ruso desarrollaron una clara preferencia por el presidente electo Trump“, y que con esta campaña “aspiraban a ayudar” al magnate republicano a aumentar sus posibilidades de ganar las elecciones.
Este informe sería la primera información oficial completa y pública sobre la evaluación de las actividades cibernéticas rusas durante la campaña de 2016 y sus motivaciones.
“Los intentos rusos de influir en las elecciones presidenciales de 2016 son la expresión más reciente del deseo de Moscú de minar el orden democrático liberal liderado por Estados Unidos, pero estas actividades demostraron una escalada significativa en el nivel y alcance en comparación con operaciones previas”, continúa el documento.
La investigación de los servicios de inteligencia resaltaron algunas tácticas que pudo haber usado el Gobierno de Rusia para llevar a cabo los ciberataques.
“La campaña de influencia de Moscú siguió una estrategia rusa de mensajería que combina operaciones secretas de inteligencia —como la ciberactividad— con esfuerzos manifiestos por parte de agencias gubernamentales rusas, medios financiados por el estado, intermediarios de terceros y usuarios de redes sociales pagados o ‘trolls“.
Fuentes: The Wall Street Journal; CNN en español; El Siglo de Torreón.