El Buró Federal de Investigaciones (FBI) investiga a Jared Kushner, yerno y asesor del presidente estadounidense, Donald Trump, por estar presuntamente vinculado a la supuesta interferencia de Rusia en las elecciones estadounidenses que se realizaron en el año 2016.
Kushner “está siendo investigado por el grado y naturaleza de sus interacciones con los rusos”, indicaron fuentes anónimas citadas por el diario The Washington Post.
El yerno de Trump y el embajador de Rusia en Washington, Serguéi Kisliak, discutieron la posibilidad de establecer un canal de comunicación secreto y seguro entre el equipo de transición de Trump y el Kremlin. Sin embargo, la propuesta fue rechazada por Kislyak ante el riesgo que implicaba abrir las puertas de las sedes diplomáticas rusas y sus sistemas de comunicación a ciudadanos norteamericanos.
Según el embajador, el yerno de Trump realizó la propuesta durante una reunión que se llevó a cabo el pasado mes de septiembre en la Torre Trump, en Nueva York. A la reunión también asistió Michael Flynn, el primer asesor de seguridad nacional de Trump.
La Casa Blanca no se ha pronunciado sobre el caso y la embajada rusa no ha respondido a las solicitudes de comentarios.
El FBI monitorea de cerca las comunicaciones de funcionarios rusos en los Estados Unidos, y mantiene una vigilancia casi constante de sus instalaciones diplomáticas y la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) supervisa las comunicaciones de los funcionarios rusos en el extranjero.
Los actuales y antiguos oficiales de inteligencia estadounidenses dijeron que aunque los diplomáticos rusos tienen medios seguros de comunicarse con Moscú, la aparente solicitud de Kushner fue extraordinaria.
Por su parte, el abogado de Kushner, Jamie Gorelick, dijo que su cliente “ya se ofreció voluntariamente a compartir con el Congreso lo que sabe sobre esas reuniones” y que “hará lo mismo si lo contactan en relación con cualquier otra investigación”.
Fuentes: The Washington Post, La Vanguardia, El País.