El Gobierno de Panamá informó que Estados Unidos ya terminó de destruir las ocho municiones químicas sin detonar que se encontraban abandonadas en la isla de San José tras la Segunda Guerra Mundial.
La destucción de las bombas formó parte de una operación avalada por la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPAQ) entre militares estadounidenses y especialistas panameños.
El costo de la operación lo asumió el Gobierno estadounidense y fue de USD $13 millones. Según informó la vicepresidenta y canciller panameña, Isabel De Saint Malo, la destrucción de los proyectiles se extendió durante dos décadas y encalló en varias ocasiones por la falta de consenso sobre quién tenía la “responsabilidad” de llevar a cabo la limpieza.
La destrucción del armamento se empezó a llevar a cabo el pasado 13 de septiembre y, según ambos gobiernos, se realizó de manera “exitosa”.
“No se ha registrado ningún daño a la salud ni a la seguridad humana durante el proceso de destrucción ni ningún impacto significativo o permanente al medio ambiente”, indicaron ambos países.
Estados Unidos mantuvo bases militares y una zona de jurisdicción propia en Panamá desde que se inauguró el Canal en 1914 hasta su retirada el 31 de diciembre de 1999, y aunque se desconoce el número de armas que el ejército estadounidense dejó en Panamá, el Gobierno del país centroamericano afirmó que en caso de que se llegaran a descubrir, se volvería a negociar con Estados Unidos la destrucción de estas.
“Siempre han surgido preguntas sobre si en la isla existe más armamento. Lo que le podemos asegurar es que esa isla ha sido recorrida por expertos y por el momento no tenemos noticias de que existan otras armas químicas”, manifestó por su parte la directora general de Asuntos Jurídicos de la Cancillería, Farah Diva Urrutia.
Fuentes: Prensa, La Estrella de Panamá, TVN Noticias.