
Apenas dos días después del lanzamiento en Facebook del video “La estafa del feminismo en 5 minutos“, el licenciado en ciencias políticas argentino Agustín Laje ha recibido 68 amenazas de muerte.
Pese a los constantes reclamos por el uso del apodo “feminazi“, aduciendo que deslegitima la lucha feminista, a través de manifestaciones tan violentas como estas, las activistas del feminismo radical demuestran su poca tolerancia al disenso. Quien no piensa como ellas, debe morir.
Pero el fenómeno no es reciente. El día de la mujer, 8 de marzo, en la ciudad natal de Laje, Córdoba, aparecieron varios escritos en las paredes que pedían su muerte. No solo la de él, los grafitis decían (al ser con pintura permanente siguen estando) “Muerte al macho”.

Por medio de Twitter, varias activistas se han manifestado en contra del coautor de El libro negro de la nueva izquierda, Agustín Laje. El libro plantea que luego de la caída del muro de Berlín y consigo el desmantelamiento de la Unión Soviética, la nueva izquierda absorbió distintos grupos sociales —entre ellos el feminismo— para afirmar el discurso de sujetos de opresión, donde se anula la individualidad de las personas y las culpas se atribuyen de manera colectiva, no en base a actos sino a la adhesión a ciertos grupos, como son los sexos.
Hasta el momento, el licenciado en ciencias políticas contabilizó 68 amenazas de muerte. En su reciente video plantea que el feminismo actual no se basa en el amor a la mujer sino en el odio al hombre y lo afirma a través de las amenazas (cada vez más frecuentes) contra su persona.
Más amenazas de muerte de gente de #NiUnaMenos … Muestran su verdadero rostro: la violencia. https://t.co/EVDBRgcID5
— Agustín Laje (@AgustinLaje) September 10, 2017
Las amenazas contra la vida de Agustín no se limitan al simple deseo que muera, hubo usuarias de redes sociales que preguntaban: “¿Qué hace vivo este chico?”. Es decir, no solo que debe morir, sino que no debió haber nacido. Ambas cosas son consistentes con peticiones del feminismo radical.
Primero, el lema cada vez más presente en las marchas #MuerteAlMacho. Sus defensoras menos violentas aducen que es simbólico, que hay que matar al “macho interior”. Aunque no llame al asesinato directo —supuestamente— apela al hecho que la falla está en la masculinidad, en el macho y que como tal debe ser erradicado o bien asesinado “simbólicamente”.
Segundo, está la petición de la legalización del aborto, parte central de las marchas feministas de los últimos tiempos. Por ende, aplicando ese concepto, estas activistas preguntan por qué Laje no fue abortado.
https://twitter.com/lu_xox_/status/906720819199533058?ref_src=twsrc%5Etfw&ref_url=http%3A%2F%2Fcronicachile.cl%2F2017%2F09%2F14%2Fchilecorrupcion%2Fdespues-se-quejan-porque-les-dicen-feminazis-escritor-argentino-recibio-68-amenazas-de-muerte-en-una-semana%2F
En el video que tantas amenazas le costó a Laje, menciona cómo a través del feminismo, a partir de Engels, sucesor de Marx, posiciona a la mujer como proletaria y al hombre como burgués. Llevando así la lucha de clases del marxismo clásico hacia una guerra entre sexos. Este fenómeno encarna el marxismo cultural. Aplica la misma lógica de sujetos de opresión. Donde, al no competir en igualdad de condiciones, que un hombre diga algo que incomode a una mujer, es justificable que ella le mate o bien incite que le maten.
En el siguiente tuit se ve manifestado en la relativización. Por ejemplo, equiparar una ofensa a una amenaza, una palabra a la muerte misma. Tal como se grafica :
https://twitter.com/PantaloneMori/status/906734341191028736?ref_src=twsrc%5Etfw&ref_url=http%3A%2F%2Fcronicachile.cl%2F2017%2F09%2F14%2Fchilecorrupcion%2Fdespues-se-quejan-porque-les-dicen-feminazis-escritor-argentino-recibio-68-amenazas-de-muerte-en-una-semana%2F
En un video exclusivo para PanAmPost, el autor de El libro negro de la nueva izquierda nos dice:
Aprovecho este video para mandarle un beso a todas las chicas que me amenazaron. También decirles que cada amenaza suya me hace más fuerte, cada amenaza suya me da más ganas de seguir con todo lo que estoy haciendo. Y cada amenaza suya sirve para que otras personas que no están en el medio, que todavía no saben lo que es el feminismo radical, el feminismo actual, puedan darse cuenta de qué se esconde detrás de sus proclamas, de sus supuestas #NiUnaMenos, de su supuesta “igualdad de género”, etc. Lo que se esconde es una izquierda cada vez más totalitaria, solo que ahora escondida —valga la redundancia— detrás de nuevas máscaras, un poco más simpáticas que la oxidada lucha de clases.