
Mientras las calles de La Habana están detenidas en el tiempo tras décadas de socialismo, un exiliado cubano se destaca en la tecnología del futuro.
Se trata de Cryptomillionaire, una aplicación desarrollada para organizar las diferentes monedas digitales que existen y recomendar índices para la optimización de su uso.
Aparece de cuarta en la lista de búsquedas de finanzas en Google Play. En el programa se descargan aplicaciones en teléfonos inteligentes que tengan Android como sistema operativo, el más utilizado.
A la cabecera está una aplicación para la contabilidad de impuestos gubernamentales, segundo el gigante de pagos en línea PayPal, luego el equivalente Zelle. Cuarto en la lista está Cryptomillionaire.
En una entrevista exclusiva para PanAmPost, su creador nos cuenta más al respecto.
A sus 25 años de edad, hace 12 años, Rafael Duval, salió de Cuba rumbo a Miami donde se desarrolló como programador y ahora no solo cosecha la siembra de sus esfuerzos sino que da trabajo en dos países.
Esta aplicación surgió de la necesidad de crear una herramienta para balancear el portafolio personal del programador con una estrategia de inversión pasiva pero, específica para las criptomonedas, ya que se basa en la obtención de la millonésima del suministro de cada moneda.
Comenzó como una plantilla de Excel y en vista que funcionaba, lo decidió compartir con el resto de la comunidad en Steemit y poco a poco el app fue tomando forma.
Para quien no sepa, Steemit es una plataforma donde se puede compartir contenidos escritos y audiovisuales, y los lectores/suscriptores pueden hacer una donación con criptomoneda a cambio de lo aprendido. Es totalmente voluntario.
Aunque la aplicación es gratuita, cuenta con anuncios que financian el trabajo de los programadores de su equipo en EE. UU. y Cuba.
Pese a la falta de recursos y las complicaciones que ocurren por la falta de actualización de la tecnología en la isla, debido a la falta de acceso a Internet y la censura por parte del régimen, la red es demasiado amplia para que el gobierno la pueda controlar y a esta altura sostiene el programador que el régimen no puede parar el progreso, lo cual abre cada vez más puertas.
Al momento, aun hay muchas dudas sobre la funcionalidad e incluso los peligros que puede haber frente a una moneda que no está respaldada por una entidad estatal. Cabe destacar que Cryptomillionaire no es una billetera, no se puede almacenar dinero ahí. Lo que hace es ayudar a organizar las monedas que tenga el usuario y medir cuáles son más recomendables, tanto para vender como comprar.
“Con esta app quiero introducir a los inversores al mundo de las criptomonedas, los índices pasivos, y ayudarlos a diversificar sus portafolios. Hay mucha volatilidad en este tipo de inversiones y, por lo tanto, tener un portafolio diversificado, es sumamente importante para reducir los riesgos al mínimo y triunfar a largo plazo”.
Sobre los detalles técnicos de cómo opera la aplicación, está la información disponible aquí en castellano o bien en inglés aquí.

Respecto a los peligros inminentes de esta nueva modalidad de dinero, el programador sugiere no confiar en un tercero para guardar las monedas digitales. Ya que hasta el momento, las casas de cambio digitales son más vulnerables a ataques informáticos, estafas y pérdidas por negligencia. Sugiere que cada cual sea responsable de sus monedas.
Recomienda guardarlas en una cartera de hardware como Ledger o Trezor o bien en una cartera de papel que se imprime y contiene un código personalizado. Agrega que las carteras de papel son “increíblemente duraderas”. Hace una analogía con las múltiples copias de la Biblia de Gutenberg, el primer libro impreso hace 560 años y cómo eso perdura a las casas de cambio que desvanecen con el tiempo.
En contraste con una economía centralizada y planificada como es la cubana, donde el ciudadano decide poco o nada de lo que sucede a su alrededor, ser responsables de nuestros bienes es otro elemento de la autonomía que promueve una moneda descentralizada.
Dicha moneda provee una alternativa para el envío de remesas, como sucede en Venezuela como método para combatir la inflación que va de la mano con la devaluación del Bolívar. Duval sostiene que aunque se dice tanto el régimen Castrista como el Chavista pretenden utilizar criptomonedas, será difícil que lo logren. Pues las transacciones de Bitcoin son completamente transparentes a través de la cadena de bloques que permite una auditoría pública.
Agrega: “Si utilizan monedas anónimas como Monera, eventualmente tendrán que interactuar con el sistema monetario internacional para cambiarlas en grandes cantidades a FIAT (la moneda corriente emitida por los bancos centrales y reservas federales sin respaldo en metales preciosos)”.
Lo cual no sería eficiente ni a nivel de tiempo ni costos.
Paralelamente, existen proyectos para crear criptomonedas para facilitar tanto el envío de remesas como los pagos de turistas en Cuba. La semana pasada publicamos una nota al respecto. Consultamos con Duval y nos cuenta que contactó personalmente al presidente de la empresa creadora de “Revolupay” para saber si colaboraban en complicidad con el régimen y todavía no ha obtenido respuesta.
A su parecer es una estafa 100 % que se aprovecha del entusiasmo actual por Cuba, que por cierto, aclara ha disminuido grandemente desde el escándalo de los ataques sónicos a americanos y canadienses, para vender una moneda sin valor alguno.
“Me recuerda al “Petro”, otra estafa dedicada a atrapar inversores inocentes que no hacen su tarea. El Gobierno Venezolano va a inflar ese globo hasta el infinito y, después que reviente, buena suerte al inversor que quiera ir a buscar su “barril de petroleo” virtual a Venezuela…”, dice el programador.
Sin embargo, alienta la iniciativa privada, de persona a persona, el ingenio, no así los negocios en complicidad con el gobierno.
Anima a los latinoamericanos a que no se dejen vender por las dificultades, que estudien y se especialicen en nuevas tecnologías como la cadena de bloques a través de los conocimientos que pueden encontrar en Internet de forma gratuita. El progreso es imparable y gracias a Internet y las criptomonedas cada vez las fronteras y la ubicación geográfica tendrán menos importancia en la vida de las personas.