
“Tu censura está en la clausura de conciertos que tumbaste. Siempre estuvo ahí, solo la legalizaste”, es el verso que da inicio al rap compuesto por artistas cubanos que rechazan el Decreto Ley 349 que pone en papel lo que ya se hacía en la práctica: la censura.
La canción forma parte de una acción colaborativa entre librepensadores dentro y fuera de Cuba. Esta no solo se enfoca en criticar la limitación a su expresión, también repudia que a los cubanos solo se les permita acceder a una cultura autorizada por el régimen. Es decir, luchan no solo para poder vivir su arte en libertad, sino para que todos los cubanos tengan acceso a distintos estímulos.

Con la asesoría jurídica de Cubalex, artistas cubanos están en campaña para lograr derogar el decreto ley 349 (que aún no entra en vigor), el cual pretende dar al régimen la potestad legal de ejecutar lo que ya hacía arbitrariamente, censurar y perseguir a quien sea crítico del Gobierno o meramente sospechoso de serlo.
Desde Miami, cada rubro creativo se vio representado en igual indignación contra la reforma.
Los artistas se reunieron el primer fin de semana de agosto para hacer un pronunciamiento contra el decreto ley que afirma en papel que el Gobierno tiene no solo el poder de decidir qué se dice y hace en público, sino que las leyes pasan por decreto, es decir, sin elección alguna por parte de los afectados.
“Es fácil con poder. Es fácil hacer. Es fácil qué reglas hacer, construir, destruir, encima de un papel. Si quiero cambio la Constitución. Yo soy el mando, ¡soy la revolución!”, exclama el rapero conocido como Karnal.
“Nos acusas entonces de politizar el arte. Dime qué hiciste tú cuando lo colocaste en la Constitución con sanciones al artista, basta ya de represión, sigue creciendo la lista. Se avista la persecución”, insiste el cantante Arsenal.
“Yo digo abajo a todo artículo de censura evidente. Somos independientes, libres de hacer y pensar”, exalta Papagoza.
“¡Decreto 349 no estamos de acuerdo!”, gritan todos en coro.
Pronunciamiento de artistas en contra del decreto ley 349
El plan de acción es llevar este atropello contra la cultura de la nación cubana a las más altas instituciones internacionales de derechos humanos y derechos culturales para lograr una denuncia mundial en contra del decreto que viola derechos humanos universales y fundamentales, así explica Diddier Santos en representacion de Rotilla Festival para el PanAm Post.
Para comprender la gravedad de esta ley, hace un paralelo con el atropello cultural aplicado por los nacionalsocialistas (Nazis) a los judíos, “puesto que es una persecución por motivos culturales, no políticos”.
Y es que el Decreto Ley 349 establece que: “Se hace necesario actualizar lo dispuesto en el Decreto No. 226 ‘Contravenciones personales de las regulaciones sobre prestación de servicios artísticos’, de 29 de octubre de 1997, y en tal sentido establecer las contravenciones en materia de política cultural y sobre la prestación de servicios artísticos y de las diferentes manifestaciones del arte, determinar las medidas a aplicar, definir la autoridad facultada para imponerlas y las vías para resolver las inconformidades que se interpongan”.
El artículo 2.1 exige que todo acto cultural y artístico sea no solo autorizado por una entidad estatal, sino que castiga a quienes prestan espacios para artistas que no lo tengan.
Las sanciones, en caso de incurrir en contravención, oscilan entre “apercibimiento, multa y comiso de los instrumentos, equipos, accesorios y otros bienes”.
Por ello, entran en riesgo no solo los artistas, sino los productores y los creadores de espacios culturales. Por eso en Miami participaron artistas de rubros diversos como Ana Olema, Tania Bruguera, Lia Villares, Adrián Monzon, Michael Marichal, Alina Guzman, Leticia Montero, Danilo Maldonado, Luis Eligio y Kizzy María.
Cabe destacar que muchos de los presentes todavía viven en Cuba. Con lo cual no es una iniciativa que surge como apoyo de los artistas exiliados, sino como una acción integral. “Esto es una responsabilidad de todos y no es un apoyo, es una denuncia que afecta a todos”, enfatiza Diddier.
Además, recuerda que esta no es la primera ley de este estilo, sino la afirmación de las anteriores. Con la ley Mordaza de 1999, que fue la ley con la que en el 2003 encausaron a los 75 disidentes de la “Primavera Negra”, solo se agravaría la situación para los cubanos dentro de la isla de ejercer su libertad de expresión, el retorno de quienes han optado por el exilio y se limita la cultura en Cuba a una sociedad de obediencia.
“El espacio privado ya no va a existir, porque va a estar regulado, van a matar el arte independiente”, declara el productor, pues el decreto impone una cultura de obediencia, algo que hasta ahora estaba presente en el sistema educativo, pero no en la Constitución.
“Con esto pasamos a otro tipo de dictadura”, concluye Santos Moleiro, ya que el arte va a pasar de ser independiente a ilegal.