
La Unión Europea amenazó con denunciar al Gobierno de Donald Trump ante la Organización Mundial de Comercio (OMC), en vista que su enfrentamiento con el régimen de los Castro pone en peligro el monopolio hotelero que subsiste gracias a la coalición entre las cadenas multinacionales europeas y el Partido Comunista Cubano.
Según el Título III de la ley Helms-Burton, que entraría en efecto a partir del 2 de mayo, ciudadanos estadounidenses pueden reclamar ante tribunales nacionales las propiedades que fueron confiscadas durante la revolución a cargo de los Castro y los Comandantes Históricos de 1959.
Esto aplica tanto a los exiliados cubanos naturalizados como a quienes nacieron en EE. UU. y tenían negocios en la isla antes de la revolución comunista que se apropió de sus bienes.
Por medio de una carta dirigida al Secretario de Estado, Mike Pompeo, la Unión Europea activará todas las represalias posibles. Esto incluye confiscar empresas estadounidenses como compensación por las empresas europeas en Cuba.
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Quien no sepa cómo se maneja la economía en Cuba, deberá entender que la industria del turismo es manejada por el MINFAR, Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, es decir, los “comandantes históricos”, guerilleros devenidos a militares y ahora jerarcas políticos.
Debajo del MINFAR operan dos corporaciones, GAESA y Cimex (fundadas en 1978), que coordinan empresas manejadas por militares para resguardar, por la fuerza, los bienes de producción que mantienen al régimen a flote, tanto con recursos como por medio de la intimidación.
Pasaron de combatir en la Sierra Maestra para instaurar el comunismo en Cuba y ser hoy los facilitadores del acceso a corporaciones europeas.
Cuando Fidel Castro fue cuestionado por la prensa sobre qué tenían que ver estas cadenas multinacionales de lujo -a las que no puede acceder el cubano promedio que gana menos de USD $30 mensuales- con la igualdad y el socialismo, el fallecido líder cubano respondió: “esto tiene que hacer la revolución para vencer el bloqueo americano para sobrevivir, para vencer la tragedia que nos ha traído el derrumbamiento del bloque socialista”
“Son hoteles construidos para turistas extranjeros, no para turistas nacionales”, agregó.
Por último dijo, “lo estamos haciendo para defender nuestro sistema social, por lo menos es un turismo que se basa en la asociación del Estado socialista con empresas capitalistas”.
Ahora la crítica no viene por parte de una periodista solitaria que enfrenta al líder de la revolución en una conferencia de prensa, como sucedió décadas atrás, sino por parte de dignatarias capaces de implementar sanciones económicas.
Federica Mogherini, vicepresidenta de la Comisión Europea y alta representante de Política Exterior de la UE, y Cecilia Malmström, comisaria europea de Comercio, reclamaron al Secretario de Estado de EE. UU. velando por los intereses de las corporaciones millonarias que se enriquecen a expensas del empobrecimiento y sumisión de los cubanos que permanecen en la isla.
“La UE se verá obligada a recurrir a todos los instrumentos a su disposición, incluida la cooperación con otros socios internacionales, para proteger sus intereses”, exaltan Mogherini y Malmström en una carta a Mike Pompeo.
“Si una cadena de hoteles estadounidense (…) reclama [compensación] a una cadena europea ante tribunales de EE.UU (…), la europea podría reclamar la misma compensación a la estadounidense ante un tribunal europeo”, avisan las comisarias.
“Y hay que apuntar que la inmensa mayoría de los 50 mayores denunciantes, que suman el 70% del total del valor de las reclamaciones certificadas, tienen activos en la UE”, resalta la amenaza la Comisión Europea.
This decision serves as a warning to the Cuban regime that we are prepared to hold it accountable for its violations of human rights and continued repression of the Cuban people. We will always fight for the freedom of the Cuban people. https://t.co/amD7MVY0qH
— John Bolton (@AmbJohnBolton) April 17, 2019
Por su parte, John Bolton, asesor del Presidente Trump para Asuntos de Seguridad Nacional anunció que “esta decisión sirve como una advertencia al régimen cubano de que estamos preparados para responsabilizarlo por sus violaciones de los derechos humanos y la continua represión del pueblo cubano. Siempre lucharemos por la libertad del pueblo cubano”.
Aunque la ley fue creada durante la administración de Bill Clinton, fue postergada su aplicación; particularmente bajo la gestión de Barack Obama, quien buscó normalizar las relaciones con los Castro, al punto que aumentó la represión para impedir que los disidentes sean vistos por los turistas.
The Trump Administration has taken historic action to no longer waive Title III of Helms-Burton today, and stood up for Americans who have been victims of the Cuban regime’s larceny.
— John Bolton (@AmbJohnBolton) April 17, 2019
Pero el embajador español en Cuba, Juan Fernández Trigo, no lo ve así. Considera que la UE debe llevar “casi obligado” a EE.UU. ante la Organización Mundial del Comercio.
“La demanda ante la OMC diría que es casi obligada porque tenemos unas conclusiones del Consejo de Ministros europeo de 1997 que no lo plantean como posibilidad sino como una exigencia que tiene que tomar la Unión Europea en caso de que se incumpla el memorándum que se firmó”, declara.
Y es que España es el país que más se beneficia de las relaciones con Cuba.
Alega que tanto la UE como España tienen el fin de “ayudar al pueblo cubano, abrir este país y permitir que la inversión extranjera sea una fórmula válida para que progrese”, mientras que EE.UU. busca “apretarle las tuercas al pueblo cubano”.
En lo que va del año, España le ha perdonado al régimen cubano un pago de deuda de 300 millones de euros para infraestructura y ya anteriormente le perdonó más de 1.400 millones.
De modo que el régimen de los Castro, que mantiene pobre al pueblo y ricos a los jerarcas, se sostiene tanto con euros de la industria hotelera como de los dólares que envían los exiliados que pronto podrían demandar lo que es suyo.