El viernes 25 de octubre se convocó en Santiago lo que se llamó “La Marcha Mas Grande De Chile”, dentro de lo que ha sido una ola de manifestaciones “contra el sistema”. La consigna que más se repite es que en Chile hay un crecimiento de la desigualdad. Sin embargo, los indicadores económicos afirman lo contrario: esta baja cada año.
En 1990, de acuerdo con la actual metodología para medir la pobreza en el país, casi el 70 % de los hogares vivía en condiciones de pobreza. Hoy esa cifra se redujo al 8,6 %.
Sin embargo, el aumento del costo del metro detonó la primera ola de protestas, que terminó en incendios de fábricas y supermercados, acompañados de saqueos y muertes.
Contrario al clamor de los manifestantes, el panorama económico de Chile es más alentador que las consignas de los reclamos.
“Chile aún tiene enormes desafíos. Pero no por ello se deben desconocer los avances registrados en las últimas décadas y a partir de una diagnóstico errado de la actual situación redefinir sus políticas públicas hacia las que en el mediano plazo no nos permitan abordar esos desafíos”, afirma para PanAm Post, Bettina Horst, economista de Libertad y Desarrollo Chile.
¿Chile es realmente tan desigual como afirman los manifestantes?
Chile no es el país más desigual de la región cuando es medido por ingreso. Si bien estos es algo que se ha instalado con fuerza en la retorica más reciente, durante los últimos 25 años las mediciones de desigualdad se han reducido. Hoy estamos en un país más igual que en 1990.
¿Por qué el foco principal de las protestas es la desigualdad?
El foco puesto en la discusión respecto de la desigualdad no es solo propio de Chile. Ha sido la discusión en diversos países, con mayores y menores niveles de desigualdad. Hoy a los que vemos protestando no son los más vulnerables, sino una clase media que surgió y se ha consolidado con nuevas demandas en lo social, exigiendo mayores seguridades.
¿Qué dicen las estadísticas históricas y actuales sobre la economía de Chile?
En los últimos 30 años el ingreso per cápita se ha más que duplicado. Pero en los últimos cinco años ha crecido en promedio un 1 %. Ello genera frustración.
¿Cuál fue la fórmula que llevó a Chile a la prosperidad?
A partir de mediados de la década de los 80, Chile comienza a exhibir un crecimiento económico que muchos llamaron el “milagro” de Chile. Pero no era un milagro. Fue la implementación de determinadas políticas públicas, tanto en lo económico como en lo social. En lo primero, libertad económica, que permitió el desarrollo del sector privado generando más y mejores puestos de trabajo. En lo segundo, contar con una política social enfocada en los más necesitados, instalando por primera vez el concepto de focalización del gasto social. Previo a ello, el gasto social no estaba diseñado ni enfocado en los sectores más necesitados.
¿Qué mensaje le daría a los manifestantes respecto a las soluciones a sus reclamos?
En estos días se han ido sumando cada vez más actores a las protestas sociales, sin un petitorio claro ni tampoco definido. Cada uno convoca a movilizaciones con motivaciones distintas, si bien pueden ser legítimas, no hay una sola causa. Lo importante es que en este contexto no se abracen propuestas que no son sostenibles en el mediano plazo. Ello solo aumentaría el descontento.
¿Como se sale de ello?
- En lo inmediato se debe recuperar el orden público. Las protestas y movilizaciones son legítimas en democracia. Pero el vandalismo y los ataques organizados por grupos anarquistas han mostrado una capacidad de acción, al menos por mí, nunca antes vista.
- Dialogo político, respetando las instituciones. Ello con el fin de avanzar en una agenda económica y social que permita recuperar la capacidad de crecimiento del país y con una política social enfocada en la clase media que responda a la sensación de vulnerabilidad que enfrentan en épocas de menor crecimiento económico.