El Código Penal de España será reformado para tipificar como delito la apología al franquismo, según la promesa electoral del presidente socialista Pedro Sánchez. “Por fin”, celebró la vicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastra, al anunciar que “en democracia no se homenajea ni a dictadores ni a tiranos”.
No obstante, Sánchez fue el primer presidente español que visitó a Cuba en décadas durante la tiranía comunista que subyuga a la isla por más de 61 años, e hizo incluso que por primera vez pise ese suelo el Rey de España, a quien el gobierno prohibió reunirse con la oposición cubana.
En respuesta, el partido Vox, que es hoy la tercera fuerza política de España, acusa a Pedro Sánchez de instrumentalizar a los reyes. Por esta razón sus líderes intentaron que el viaje a Cuba fuera suspendido de forma legal, para impedir que los reyes sean cómplices de la agenda socialista.
Lastra: "Reformaremos el Código Penal para que la apología del franquismo sea delito. En democracia no se homenajea ni a dictadores ni a tiranos".
En España hay ministros que hacen apología de los Castro y de Maduro.
Y se homenajea a los asesinos de ETA.pic.twitter.com/k6OxSOHHX6— Guaje Salvaje (@GuajeSalvaje) February 10, 2020
El gobierno socialista español financia al partido comunista cubano
Y es que la complicidad del gobierno español no se limita a la presencia diplomática, el martes 12 de noviembre de 2019, regidos por la agenda del PSOE y Unidas Podemos, el Rey Felipe II firmó una cooperación entre España y Cuba, el Marco de Asociación País, para ejecutar proyectos en diferentes áreas por 57 millones de euros hasta el 2022.
Un año antes de la firma del rey, Pedro Sánchez viajó personalmente a Cuba en noviembre del 2018 para negociar la postergación del pago de la deuda de 300 millones de euros que Cuba debe a alrededor de 300 compañías españolas.
El ayuntamiento de Madrid hizo homenaje al gobierno sandinista de Nicaragua
Pese a que el Partido Socialista Obrero Español alega que no se homenajea ni a dictadores ni a tiranos, la Plataforma de Solidaridad con Nicaragua y el Frente Sandinista en 2018 organizó un acto en el Ayuntamiento de Madrid. Con fondos y en espacios públicos, presentó su solidaridad con las autoridades de Nicaragua y denunció operaciones «golpistas» y «desestabilizadoras» a las protestas sociales que resultaron en la muerte de más de 600 civiles.
Asistieron al acto el cuerpo diplomático de Cuba y Venezuela, generando rechazo de legisladores no alineados con la izquierda.
El gobierno socialista español tampoco se ha pronunciado sobre la persecución religiosa que se vive en Cuba y en Nicaragua, donde las iglesias son refugio de los manifestantes, para evitar los disparos de las fuerzas aliadas al régimen, que incluso han ingresado a los templos.
De hecho, la persecución política y religiosa más evidente fue el caso de «los aguadores», 16 personas fueron detenidas en noviembre por llevar agua a la Iglesia San Miguel Arcángel; donde madres hacían huelga de hambre para exigir la liberación de sus hijos detenidos por participar en manifestaciones contra el régimen de Daniel Ortega.
Los socialistas españoles callan la persecución religiosa de sus coidearios de ayer y hoy
Tampoco reprocha el PSOE la persecución religiosa ejercida por sus predecesores ideológicos en España. Según reporta Libertad Digital, hay «en total, unos 10 000 muertos por el delito de ser católicos y no renegar de ello». En Madrid, fusilaron al 30 % de los clérigos; en Lérida el 62 %.
«4 184 sacerdotes, 2 365 frailes y religiosos, 283 monjas y más de 3 000 seglares fueron asesinados. En total, unos 10 000 muertos por el delito de ser católicos y no renegar de ello. De ellos, unos 3 000 fueron asesinados entre julio y agosto de 1936».
Incluso al Monseñor Florentino Asensio, obispo de Barbastro en 1936, milicianos le amputaron los genitales anunciando: «no tengas miedo. Si es verdad eso que predicáis, irás pronto al cielo», ante lo cual respondió «sí, y allí rezaré por vosotros». Luego de matarlo, le arrancaron los dientes y le robaron la ropa.
Antes de iniciar el gobierno de Francisco Franco, fueron destruidas 22 000 iglesias, mientras la prensa del momento celebraba la destrucción de símbolos y estatuas religiosas. Bajo la premisa que «la religión es el opio de los pueblos» de Karl Marx, los milicianos buscaban desaparecer a toda costa a la Iglesia Católica y sus referentes.
Según reporta La Vanguardia de España, “para dar la batalla contra el auge de la ultraderecha de Vox”, tras la exhumación y el traslado de los restos de Francisco Franco del Valle de los Caídos, el PSOE quiere profundizar en este tipo de iniciativas simbólicas de calado político de izquierdas para movilizar a su electorado.
Lo que no ven es que su obsesión por el pasado les está costando votos en el presente. A nivel nacional, al menos 300 000 votantes del PSOE votaron por Vox, partido que considera la Guerra Civil como un periodo doloroso para toda la nación y por tanto invita a verla sin sesgos.
“Sólo una minoría privilegiada de quienes nunca sufrieron las consecuencias de querer ser libre en una España que no lo era puede mirar a ese pasado oscuro con nostalgia”, reprocha la vicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastra, en recuerdo de “las víctimas de una dictadura terrible que nos arrancó la libertad y sembró dolor e injusticia”.
Dada su edad, tampoco lo vivió. Sin embargo, niega del dolor de quienes fueron perseguidos por los rojos en la década de los 30 en España, al igual que su partido hace en la actualidad respecto a las víctimas en Nicaragua, Cuba y Venezuela, a quienes no solo respaldan sino que financian.
Como tal, el supuesto rechazo a dictaduras y tiranías por parte del PSOE no aplica a sus aliados.
Mientras avanza la propuesta, referentes de la justicia anunciaron la inconstitucionalidad de la censura que propugna el PSOE, pues sería antidemocrático repudiar a la tiranía y exigir medidas dictatoriales como regular e incluso criminalizar discurso.
Por eso si van a denunciar a una dictadura, que aplique la misma lógica a las tiranías, más allá de la ideología.